Salvo que decida adelantar su pronunciamiento, será el último fin de semana de enero en la localidad gaditana de Alcalá de los Gazules cuando Alfredo Pérez Rubalcaba previsiblemente haga público su respaldo a Susana Díaz para que sea la futura secretaria general del Partido Socialista, aunque para esa fecha la presidenta andaluza todavía no habrá anunciado su propia candidatura a las primarias previstas para finales de mayo.

Fuentes del PSOE andaluz han precisado a EL PLURAL que para los próximos días 27 y 28 está previsto no un mitin, como erróneamente se difundió en un principio, sino unas jornadas del partido en las que, además de Rubalcaba, intervendrán la eurodiputada Elena Valenciano, persona del entorno del exministro socialista, y la presidenta andaluza.

Aunque en principio Rubalcaba intervendrá el día 27 y Díaz lo hará al día siguiente, en la sede de la calle San Vicente partido auguran que el exsecretario general oficializará el respaldo a la candidatura de Díaz, que ya cuenta con el de otros pesos pesados del partido como los expresidentes José Luis Rodríguez Zapatero y, más matizadamente, Felipe González, además de barones de Aragón, Castilla La Mancha, Asturias, Valencia o Extremadura.

Los actos programados para esas fechas tienen como motivo el 130 aniversario de la emblemática agrupación socialista de Alcalá de los Gazules, núcleo originario del llamado ‘clan de Cádiz’ que incluía nombres históricos del partido como el fallecido Alfonso Perales, el diputado Luis Pizarro o el propio expresidente de la Junta Manuel Chaves.

Adiós Patxi, hola Susana

Aunque crítico con Pedro Sánchez, Rubalcaba ha venido manteniéndose en un discreto segundo plano durante la ‘guerra civil’ que ha devastado los territorios socialistas a lo largo de todo el año 2016. No obstante, el hecho de que hasta ahora su nombre siempre haya estado asociado al de Patxi López otorga una singular trascendencia política y orgánica al gesto de respaldar a la líder andaluz apenas dos semanas después de que el exlehendakari anunciara que concurrirá a las primarias.

Es más: hasta no hace muchos días personas del entorno de Díaz han seguido manteniendo sus sospechas de que Rubalcaba estuviera detrás de la candidatura del político vasco.

En verdad, si hace solo un año, y no digamos dos o tres, alguien en el PSOE andaluz hubiera dicho que Rubalcaba apoyaría a Susana Díaz para ocupar el sillón de Ferraz, lo hubieran tomado por insensato, además, claro está, de tacharlo de indocumentado. Por lo demás, igual de insensato e indocumentado que a alguien que solo dos años atrás hubiera augurado que el Partido Socialista de Pedro Sánchez iba a comportarse como lo ha hecho.   

Pelillos a la mar

Hace mucho tiempo que Susana Díaz no protagoniza un acto de partido con quien, habiendo sido secretario general del PSOE, tras la severa derrota de su partido en las europeas de 2014 dejó de serlo en buena medida por la presión de la propia Díaz.

Las relaciones orgánicas entre ambos nunca fueron fáciles, entre otras cosas porque la hoy presidenta andaluza ya ‘heredó’ de su antecesor José Antonio Griñán esa mala relación con Rubalcaba, cuyo primer episodio de calado fue la discrepancia sobre la conveniencia de que las elecciones generales de noviembre de 2011 coincidieran con las autonómicas andaluzas. Rubalcaba quería hacerlas coincidir y Griñán quería lo contrario, que fue lo que finalmente ocurrió. Gracias a aquella arriesgada pero certera decisión de Griñán el PSOE siguió gobernando en Andalucía.

Dos incógnitas 

Una vez despejada la fecha de su celebración, las dos únicas incógnitas –tal vez sería más exacto decir una y media– que pesan sobre las primarias socialistas de mayo son, una, si el ex secretario general Pedro Sánchez se presentará finalmente a ellas y, dos, en qué momento formalizará Díaz una candidatura. Sobre el primero, incluso sus más fieles siguen preguntándose todavía qué hará; sobre la segunda, la incógnita se refiere a cuándo hará lo que todos están seguros de que hará.

Aun así, hoy por hoy nadie en el PSOE que no sea un insensato está realmente seguro de nada. Y no les faltan motivos para ello: en un partido que han sucedido las cosas que han sucedido, todo, absolutamente todo, es posible.