Mi chico, mi hombre, mi amor, mi altocargo mi cómplice y todo, ya saben (y en la calle/ codo a codo/ somos mucho más que dos). Años y años de estar juntos y, de pronto, una pedrada en el alma, una duda inquietante, un regomeyo muy de por dentro: ¿será o no será?.

Porque, vamos a ver, si me pongo seria conmigo misma, el perfil lo tiene. Si hago abstracción de sus carantoñas emocionales, de su intensidad vital, si no me dejo llevar por el espejismo de los sentimientos, este tío es un sociata de libro, casi de almanaque. Veamos:

Uno.- No estuvo en la foto de la tortilla porque le quedaba muy lejos pero aún barbilampiño y adolescente ya se andaba en el rojerío, tan a la moda en la época.

Dos.- Es jefe desde que nació, su vida ha sido un fluir de cargo en cargo, de despacho en despacho, batallón de secretarias, incluso tuvo un chófer que lo traía de ida y vuelta por las Andalucías, esta noche en Huelva, mañana en Almería, volvemos a Sevilla,  tejiendo el sur, como él mismo me decía con aquellos cacharros jurásicos que eran los primeros móviles,.

Tres.- Vas con él por la calle y es un no parar de cruzarse con altocargos, la mayoría que lo fueron, otros que aún lo son, dícese Manolo Gracia, qué hombre, qué longevidad oficial, no hay puerto que no encuentre para él su acomodo. Y es que se tutea con Pepe (Griñán) con Manolo (Chaves), con Gaspi (Zarrías), con Mandi (Alvarez), con Paco (Vallejo) esto es, con todo el sumario a cuestas.. Podría decirse que va a abrazando a unos doscientos cincuenta  años de peticiones de inhabilitación..

Yo lo veo con los ojos del querer, tan pasional en sus convicciones, con su palique, ay, canalla, pero rumiando pensamientos me desperté la otra noche diciéndome entre sudores: ¿tendrá este hombre mío una doble vida?

Esas complicidades con su amigo el alcalde del pueblo y que tires por donde tires todo lo que roza rezuma socialdemocracia del Betis, dan que pensar. Una vez tuvo un muy buen colega en Alianza Popular, pero se fue a hacer negocios con los Bush y le perdió la pista. Se llamaba Hernández Mancha, si habrá llovido.

Porque a diferencia de los vulgares ladrones del PP, dígase Bárcenas o Correa o Granados o…  Del clan los Pujoles incluso, que lo que quieren es llevarse la pasta a Suiza o Andorra, la conspiración de los socialistas en Andalucía es un diabólico plan que se remonta a los años de Plácido Fernández Viagas con un objetivo mucho más peligroso: la conducción industrial de las conciencias de los ciudadanos para perpetuarse en el poder. El poder por el poder, sin duda la más atroz de las conjuras. He ahí la cuestión, como tan certeramente nos viene ilustrando la señora Alaya y tan sospechosamente se empeñan en negar la jueza Núñez y la Fiscalía Anticorrupción.

Así que ayer mismo no pude más. Estábamos en el sofá con la mantita, él leía las segundas memorias de Piglia, yo hacía mi sudoku. Y me volví, le miré fijamente y le dije con toda entereza y del tirón: cari, amore, tesoro ¿tú no pertenecerás por casualidad a la red clientelar? Oye y el tío se me quedó así como pasmado, balbuceando una respuesta inaudible. Ppssssschhhhhhhh, o algo parecido fue todo lo que oí.