Al igual que el secretario general del partido, Pablo Iglesias, su homóloga en Podemos Andalucía y portavoz en el Parlamento, Teresa Rodríguez, tampoco cree que haya nada que condenar en el escrache protagonizado por unas doscientas en la Universidad Autónoma de Madrid impidiendo que el expresidente del Gobierno Felipe González y el consejero delegado de Prisa Juan Luis Cebrián impartieran una charla.

Preguntada sobre el boicot este jueves en los pasillos del Parlamento andaluz, Teresa Rodríguez decía que ella "no estaría allí" pero que tampoco es "un juez para condenar absolutamente nada".

Y añadía: "Ese juego de las condenas no forma parte de mi cultura política". Rodríguez eludía la cuestión de fondo sobre la legitimidad del boicot mismo con este argumento: le gustaría poder “debatir” con él porque "es una vergüenza que un expresidente acabe en el consejo de administración de una gran multinacional que amenaza con poner en peligro a Doñana". 

Teresa Rodríguez, alineada en Andalucía con las tesis políticas de Iglesias frente a las más moderadas de Íñigo Errejón, justificada implícitamente a quienes reventaron el acto al reprochar a González que "apueste de forma descarada por un Gobierno del PP". "