A la espera de que se convoque el Comité Federal en el que el PSOE debe decidir entre terceras elecciones o investir a Mariano Rajoy como presidente del Gobierno, los socialistas han comenzado a barajar todo tipo de opciones ante las declaraciones de dirigentes populares este miércoles, en las que era el PP el que ponía precio a la abstención y que fueron recibidas en las filas socialistas como una auténtica humillación. A ello se sumaba el rumor de que un sector del PP presionaba Rajoy para rechazar la investidura y forzar unas terceras elecciones generales, después de que "nos quedáramos con el culo al aire al apoyar la investidura", en palabras de un veterano dirigente socialista a ELPLURAL.COM. Rajoy ha cortado de cuajo esas especulaciones este jueves al afirmar que no va a poner condiciones y que ir a terceras elecciones sería un disparate, pero en el PSOE quieren tener un 'Plan B'.

Gabilondo o Javier

Las declaraciones del portavoz parlamentario del PP, Rafael Hernando, reclamando al PSOE un apoyo más allá de la investidura, encendieron las alarmas en las filas socialistas, ya de por sí incendiadas. Ya el pasado lunes el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, advirtió a los populares de que, si pretendían "humillar" al PSOE, el partido podía reaccionar presentando una "candidatura potente".

En las últimas horas entre los propios socialistas, al menos entre diputados del Congreso, han empezado a circular dos nombres: Ángel Gabilondo, portavoz socialista en la Asamblea de Madrid, y Javier Fernández, presidente de Asturias y de la gestora que ahora dirige el PSOE.

Gabilondo, con buena imagen pública, tiene el 'inconveniente' de que no puede presentarse a unas primarias porque no es militante del partido. El reglamento federal de primarias estipula, en su artículo 51, que son elegibles como candidatos a La Moncloa los militantes, pero no los independientes. Pero además es casi imposible que dé tiempo a convocar unas primarias abiertas a afiliados en lo que queda de mes. En su contra tiene que fue "el mirlo blanco" utilizado por Pedro Sánchez -con el apoyo del grupo PRISA- para descabezar a Tomás Gómez en un golpe de Estado con el que por primera vez en la historia del PSOE se disolvía una federación socialista regional entera por "malas expectativas" electorales, que no por resultados.

Javier Fernández es respetado por todo el PSOE, su talante tranquilo y dialogante no se cuestiona, pero el asturiano no quiere ni oír hablar de su posible candidatura a unas elecciones generales, entre otras cosas porque considera un disparate suicida que el PSOE vaya a unos terceros comicios.

Los plazos si no hay investidura

El decreto de convocatoria se firmaría y publicaría el 1 de noviembre, y las listas deberán registrarse entre el 9 y el 14, en caso de aprobarse la reforma de la ley para posibilitar que las generales sean el 18 de diciembre y no el 25. Ya en mayo, el comité federal del PSOE aprobó un calendario exprés de primarias, pero preveía consumir dos semanas completas para elegir al cabeza de cartel.