“Confirmamos con mucho gusto que nuestra Oficina, por resolución del 29 de junio de 2016, ha admitido la demanda del Juzgado Central de Instrucción nº 5 de la Audiencia Nacional de Madrid (…) y autorizado de este modo la utilización de la documentación transmitida anteriormente a las autoridades españolas…”. Con esta frase, Pascal Gossin, jefe de la Unidad de asistencia judicial suiza anunciaba a su colega español, Antonio Salinas, teniente fiscal de Anticorrupción, que la información sobre las cuentas suizas de Bárcenas y otros acusados, entre ellos el propio Correa, podrá ser utilizado en el juicio por la Gürtel.

Era el último clavo ardiendo al que intentaba asirse el extesorero popular para dificultar el proceso y lastrarlo, ya que las investigaciones sobre los movimientos de dinero en Suiza resultan claves para varios de los delitos del que se le acusan. Es verdad que, como se ve, en la misma misiva que su decisión ha sido recurrida ante el Tribunal Federal, pero se recuerda que ya éste rechazó un primer recurso y que esta nueva decisión puede ser recurrida en los próximos 10 días.