Irene Lozano, que ahora se presenta como ‘escritora’ (ha escrito algún ensayo y una “novela-denuncia”, como la califican en su Wikipedia) ha escrito una carta a Pedro Sánchez. Una carta que en la que las primeras negritas son para subrayar lo que parecería casi si título: “De cadáver a cadáver”. Y completa la frase con un “me alegro de que estés bien”.

La tránsfuga que despide sin afectos

Pretende ser irónica Lozano en los tres párrafos en los que despacha su ‘idea’, muy amargos en el fondo. La amargura de una muerta que tanto poder se creyó que podía manejar y que, con desparpajo propio de los muy vivos, no tuvo reparos en ser defensora del 15M, mano derecha de Rosa Díez en UPyD y, sin despeinarse, acabar en el PSOE cuando vio que se quedaba sin escalera a la que agarrarse y, sin importarle, que sobre los socialistas sólo horas antes de su reconversión había escupido epítetos entre los que lo más suave había sido aquello del ‘bipartidismo’ con el que tenía que acabarse.

En esta columna, la escritora hace digresiones no muy claras sobre su padre, su abuelo y su bisabuelo, y las elecciones en la vida. Pero que nadie, si se acerca a la carta, piense en encontrar palabras de cercanía o afecto de Lozano hacia el hombre que irritó en unos casos, y enfureció en otros, a la gente de su partido por resucitarla a ella cuando ya era cadáver.

De Marco Aurelio y las lentejas a una tumba

Las elecciones que ahora le recomienda a Pedro Sánchez, al que da por muerto, no teniendo por cierto mucha visión política, porque no parece que el destinatario de su misiva se de a sí mismo por enterrado, es la muy original de entregarse a leer a Marco Aurelio y a disfrutar de los platos de lentejas. No se sabe, la recomendación gastronómica, si en una alusión y fría venganza por alguna frase que pudieron haberle dicho a ella en algún momento, o si aplicando su conocimiento de la filosofía popular, a aquello de que, “si quieres las comes, y si no…”.