Hace unos días, cuando todavía quedaba una semana para el arranque del juicio contra la trama Gürtel, se ponía en marcha una campaña contra la presencia del único juez progresista en este proceso, José Ricardo de Prada.

Este jueves, ELPLURAL.COM ha podido saber que, según fuentes cercanas a las defensas, los acusados de una de las tramas de corrupción más importantes de este país estarían buscando no evitar ser juzgados, pero sí retrasar el inicio del juicio. ¿Cuánto? Lo suficiente para que no coincida con una posible investidura de Mariano Rajoy y la formación de su Gobierno o, en su defecto, con unas nuevas elecciones en diciembre.

Una vez asumido que la suspensión del juicio es inevitable, los acusados, entre los que se encuentra expopulares, populares y por primera vez en la historia un partido político: el mismísimo PP, tendrían que jugar otra carta. Si consiguen que se acepte a trámite la recusación del juez De Prada habrían alcanzado dos objetivos: quitarse del medio al único magistrado progresista y evitar daños mayores para el Partido Popular.

De ser apartado de la causa, el inicio del juicio tendría que retrasarse meses. Es más, según fuentes jurídicas, podría ser tanto tiempo que habría que empezar a buscar una fecha en el calendario del 2017.

De no serlo, los 37 acusados se sentarán en el banquillo el próximo martes 4 de octubre. Con ello, el desarrollo del juicio coincidiría con un posible nuevo intento de investidura de Rajoy o con las terceras elecciones que se celebrarían en diciembre. Para ambos acontecimientos, el PP preferiría evitar el juicio.

Los acusados se unen contra De Prada

La defensa de Pablo crespo, el número dos de la trama corrupta y mano derecha de Francisco Correa, comenzó con el camino que ahora casi todos los acusados siguen: conseguir apartar a De Prada del estrado.

El pasado sábado era admitida a trámite el análisis de la recusación contra De Prada. Los abogados de Crespo aseguraban que podían demostrar que es “íntimo amigo” de Baltasar Garzón. Para ellos “es evidente” que a Garzón le “interesa soberanamente” que De Prada sea uno de los magistrados que juzguen a los acusados por la Gürtel; los mismos que consiguieron su inhabilitación. Que sea un amigo suyo el que termine lo que él empezó. 

El miércoles, era el extesorero del PP Luis Bárcenas y su mujer, Rosalía Castro, los que se sumaban al intento de recusación alegando que existe un vínculo entre la hija del magistrado y Gonzalo Boyé, el abogado que representa a Observatorio Desc, una de las acusaciones del caso.

Desmontando los argumentos de la recusación

Mientras la defensa de Crespo alega una íntima amistad, en el mundo de la judicatura se sabe que su relación no va más allá del respeto. Ambos, como magistrados, han participado en procesos internacionales en defensa de los Derechos Humanos. Por ello, se tendrían un “profundo respeto profesional”. Nada más.

La otra columna en la que intentan sustentar esta recusación es la relación de la hija de De Prada con Boyé. Para ello, han contado con la ayuda del periódico de Eduardo Inda.

OK diario publicó dos artículos en los que atacaba a la hija del juez para denunciar que había colaborado con el Gonzalo Boyé, todo porque la joven ayudó en la redacción del libro Contrapoder del que el abogado formó parte como uno de los cuatro editores. Así lo pone en la contraportada.

Además, indicaban la relación de Boyé con el digital El Diario.es en el que colabora esporádicamente la joven. “Esta jurista no cobra por sus artículos en El diario.es y no tuvo relación alguna con Boyé para publicar en Contrapoder, una colaboración que tampoco se pagaba. Le pidieron un artículo sobre un tema preciso dos profesores que intervenían en la publicación”, explicó a ELPLURAL.COM Ignacio Escolar, director de El Diario.es.