La guerra interna que se ha desatado abiertamente había estado precedida de serias escaramuzas, algunas con participación directa de Podemos, como el anuncio de la formación morada en Castilla-La Mancha dando por "muerto" su pacto con el barón socialista Emiliano García-Page, uno de los críticos con Pedro Sánchez. El futuro inmediato del PSOE está en el aire y es lógico que algunos de los gobiernos locales apoyados por los socialista puedan temer que les acabe alcanzando el terremoto de Ferraz. 

Disgusto por lo que está pasando
Este jueves la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, que recibió en su investidura el apoyo socialista, ha sido preguntada directaemente por la situación interna del PSOE y ha dejado ver cierta preocupación. "A cualquier persona sin tener ninguna responsabilidad como la que tengo yo le disgusta lo que está pasando. No resolver las confrontaciones, no ser capaz de encontrar diálogos, no ser capaz de buscar la síntesis eso siempre es negativo", ha apuntado en declaraciones recogidas por EFE. Preguntada la de Ahora Madrid directamente sobre si esta crisis del partido a nivel nacional puede tener alguna repercusión en el Ayuntamiento de Madrid, se ha mostrado conciliadora al resaltar la "buenísima relación con el grupo municipal socialista". Pero no ha podido matizar con un deseo: "Espero que la sigamos teniendo"