Este lunes es el día señalado el inicio del proceso que sentará en el banquillo de los acusados a dos de los ilustres hacedores del, llamado en su día por las huestes populares, “milagro económico español”.

Entonces no se conocían sus tejemanejes, así que a partir de esta semana serán públicos los detalles de uno de los mayores escándalos relacionados con una caja de ahorros: las tarjetas Black.

Miguel Blesa y Rodrigo Rato, ex presidentes de Caja Madrid deberán responder por el uso de ese dinero de plástico opaco y con cargo al bolsillo de todos los españoles, rescate bancario mediante.

Junto a ellos otros 63 exdirectivos y ex consejeros de la entidad (del PP, PSOE, IU, CCOO y UGT). Serán juzgados por administración desleal y apropiación indebida.

Cabe recordar que a principios de enero el juez de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, decretó la apertura del juicio oral que mañana se inicia. El magistrado, en un auto demoledor, justificó su decisión al observar indicios suficientes de los delitos que se les imputan a los investigados.

“Imposible sin los presidentes de la entidad”

Entre otras cosas, en dicho escrito, Andreu indicaba que “resulta meridianamente claro que los hechos anteriores, y el delictivo uso dado a las tarjetas de crédito, hubiese sido imposible sin la participación de los presidentes de las entidades durante el tiempo que fueron utilizadas las tarjetas, y sin la colaboración necesaria del director del comité de medios”.

El asunto, en medio de la vorágine de tramas de presunta corrupción que acechan al Partido Popular, porque no hay que olvidar que ambos tienen o han tenido relaciones directas con esta formación -Blesa, amigo personal de ex presidente Aznar, y Rato, ex ministro en su Gobierno-, no es menor, puesto que el uso de esas tarjetas puede conllevar cárcel.

Penas de prisión

En este sentido, Anticorrupción solicita entre 4 y 6 años de cárcel para Rato, Blesa y Sánchez Barcoj, en tanto que el FROB y la propia Bankia, elevan la petición a entre 6 y 10 años. Por su parte, la Confederación Intersindical de Crédito sitúa en una década de prisión su solicitud para los dos ex presidentes y para Ildefonso Sánchez Barcoj, ex director general, número dos de Blesa en la caja y persona encargada de las tarjetas.

Asimismo, la Fiscalía reclama a los acusados que indemnicen a Bankia, y que, en el caso de Miguel Blesa, devuelva los 9,34 millones de euros gastados por todos los usuarios de las black durante buena parte de su mandato (2003 a 2010) y Rodrigo Rato 2,69 millones por los cargos mientras fue él el máximo responsable de la caja.

Dispendio a costa del ciudadano

Precisamente, una de las justificaciones de los ahora procesados, es que las tarjetas estaban destinadas a gastos de representación.

Sin embargo, la opinión pública no ha dejado de ruborizarse al escuchar a qué dedicaron los millones de euros.

A modo de ejemplo, cabe subrayar 3 millones en restaurantes, 2 en disposiciones de efectivo, más de 1,5 millones en desplazamientos y viajes, otro millón se gastó en grandes superficies, alrededor de 800.000 euros en hoteles y unos 700.000 euros en ropa y complementos. Todo hasta sumar 15,5 millones de euros.

Tres magistradas

A partir de este lunes, tres mujeres, Ángela Murillo -presidenta del tribunal-, Teresa Palacios -ponente- y Carmen Paloma González, serán las encargadas de conocer y juzgar este asunto y de determinar la culpabilidad o inocencia de los procesados, en particular, de los considerados principales responsables: Miguel Blesa, Rodrigo Rato e Ildefonso Sánchez Barcoj.

Según las previsiones, el día 30 de este mismo mes se procederá a los interrogatorios, una fase que, con bastante probabilidad, estrenarán los dos ex presidentes de Caja Madrid.