Iberdrola y otras 16 compañías de diversos sectores han presentado hoy en la Semana del Clima de Nueva York un informe en el que se pone de manifiesto la necesidad de reforzar el papel del sector privado para acelerar el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), definidos por Naciones Unidas para el horizonte 2015-2030.

El documento, denominado Future of Spaceship Earth, ha sido coordinado por la consultora internacional DNV GL e incluye predicciones sobre el estado del planeta en las próximas décadas. Ante los diversos retos a los que se enfrenta el mundo, el informe aboga por cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que son una llamada a la acción a todos los países y a todo tipo de organizaciones e instituciones para abordar los principales desafíos medioambientales, sociales y económicos que amenazan el futuro del planeta.

Las empresas juegan un papel esencial en el logro de las metas fijadas a cada uno de los 17 objetivos. Por esta razón, cada una de las compañías participantes en el proyecto ha elaborado un capítulo dedicado a uno de ellos. El liderazgo de Iberdrola en la lucha contra el cambio climático se ha reflejado en el capítulo sobre Acción Climática (ODS 13).

Estas reflexiones incluidas en el informe muestran una parte importante de la aportación que las empresas pueden hacer para liderar este reto, poniéndose además de manifiesto que, mientras se ha avanzado para alcanzar muchos de estos objetivos, el progreso no es lo suficientemente rápido y tendrá un coste medioambiental inaceptable.

Un año después del lanzamiento de los ODS, las empresas, gobiernos, organizaciones y la sociedad en todo el mundo han comenzado a trabajar de forma conjunta para lograr estas metas. Sin embargo, la magnitud del reto es tan urgente que se precisan acciones inmediatas.

Para ello, 17 compañías globales que han hecho grandes progresos en el cumplimiento de las metas, explican en el documento cómo están implementando medidas a través de la innovación y los cambios en sus modelos de negocio. Entre ellas figuran –además de Iberdrola-, Tata, Danone, HiTechnologies, ARM, Symantec, Grundfos, SolarWorld, NYK, Hydro,  Safaricom, Siemens, Marks & Spencer, Cermaq, APP, Calvert Investments y Unilever.

Los objetivos como una estrategia empresarial

En el caso de Iberdrola, la empresa ha incorporado los Objetivos de Desarrollo Sostenible a su estrategia empresarial y a su política de sostenibilidad, y es un referente por su contribución directa a los objetivos globales, destacando sus aportaciones en el campo de la energía y el cambio climático.

Durante el acto de presentación de Future of Spaceship Earth, el director de Cambio Climático de Iberdrola, Gonzalo Sáenz de Miera, ha abogado por trasladar al conjunto de la economía una señal fuerte del precio del carbono, la herramienta más eficiente para cumplir los objetivos climáticos y ambientales definidos en el Acuerdo de París. Asimismo,  ha puesto de manifiesto que,  tal y como demuestra el caso de la compañía, la lucha contra el cambio climático crea valor para sus accionistas y otros grupos de interés.  

Según Sáenz de Miera, “la receta es simple: más energía limpia, más capacidad de almacenamiento, suficiente capacidad energética de respaldo, más redes inteligentes y más digitalización”. “A través de una mayor electrificación de la economía global, lograremos los objetivos de cambio climático a su debido tiempo”, ha añadido.

En este sentido, la empresa está comprometida con garantizar el acceso a una energía segura, sostenible y moderna para todos, lo que le ha convertido en un líder mundial en energía eólica. Además, cuenta con el programa Electricidad para Todos, a través del cual ya se ha dado acceso a suministro eléctrico a más de un millón y medio de personas en países en desarrollo y que tiene como objetivo alcanzar los cuatro millones en el año 2020. 

Iberdrola siempre ha mostrado su compromiso con la reducción de emisiones para combatir el cambio climático y avanzar hacia la descarbonización de la economía. La empresa se ha fijado como nuevo objetivo medioambiental lograr en 2030 una reducción del 50% de su intensidad de emisiones de CO2  sobre los niveles de 2007 y ser neutra en carbono en 2050.

Por las características de su mix de generación, su perfil de inversiones y los compromisos asumidos, Iberdrola está en posición de ser un referente en la contribución del sector eléctrico a la descarbonización de la economía mundial y en la consecución del objetivo de no superar un incremento de 2º C en la temperatura global a final de siglo con respecto a los niveles preindustriales.

El Manifiesto contra el cambio climático de Iberdrola, presentado en la Cumbre del Clima de París de 2015, sienta las bases de la compañía para frenar el calentamiento global. Además de su ambicioso objetivo de reducción de emisiones, la empresa plantea la necesidad de impulsar las tecnologías renovables sostenibles y eficientes.