Según la encuesta de Metroscopia, el Partido Popular volvería a derrotar a sus adversarios principales, como el PSOE y Podemos, si se convocaran otras elecciones generales. Ambos han rechazado -con evidente tirantez entre uno y otro- pasarse el balón. Pero es bien sabido, sin embargo, que para marcar el gol de la victoria se precisa, casi siempre, que los dos mejores jugadores se metan en el área, aunque no sea, en absoluto fácil, eludir ahí patadas y empujones por doquier.

Que ayuden de verdad a Pedro Sánchez y frenen esa estupidez de hacer imposible que el socialismo no pueda gobernar

Pedro Sánchez -que es un buen jugador de Baloncesto- se encuentra, al parecer, sólo ante el peligro y, en parte, frente al Comité Federal del PSOE, que se reunirá después de las elecciones vascas y gallegas. Mientras tanto, algunos críticos, de cuando en cuando, lanzan a los medios de comunicación sus objeciones contra el actual líder del Partido Socialista.

Pretenden vetar cualquier gesto de él que pueda acercarle a Podemos, como si Iglesias y sus gentes fueran diabólicas. Y más aún, como si fueran ellos a cargarse España, cogidos de la mano de los independentistas catalanes que; por cierto, no están en sus mejores momentos.

Tras la caída de la dictadura franquista, el PSOE mantuvo sensatos contactos con los comunistas y otros partidos diversos. Luego llegó el grave asunto de la OTAN, que condujo a una ruptura llamada Izquierda Unida. No obstante, con el paso de los años, se tendieron puentes entre el PSOE e Izquierda Unida, cuando el líder socialista era Joaquín Almunia. Tuvieron nada menos que aparecer juntos ambos. Y así sucedió. Dispuestos unos y otros a vencer al PP de Aznar. No funcionó bien esa prueba, pero ni se hundió ni España ni la libertad.

Los que puedan, ayuden de verdad a Pedro Sánchez y frenen de una vez esa estupidez de hacer imposible que el socialismo no pueda gobernar. Basta con que hablen quienes tienen las llaves en su mano y y se pongan de acuerdo. Porque algunos de la Vieja Guardia, erre que erre, preferían ayudar al PP de Rajoy que a Pedro Sánchez, un hombre honrado.