Existen distintos factores a la hora de averiguar si se puede utilizar una misma plaza de garage para meter el coche y la moto, siempre partiendo del supuesto de que no sobresale de sus límites y no causa ningún problema a las plazas colindantes.

También es relevante si eres arrendatario temporal de la plaza o propietario. Si estás de alquiler, obviamente te tendrás que ceñir a los detalles del contrato para saber cuántos vehículos puedes meter.

Pero aquí entran en juego las ordenanzas municipales, los estatutos de la comunidad de propietarios e incluso la forma en que se ha contratado la póliza de seguros que cubre el garaje. La aseguradora debería cubrir por plazas y metros cuadrados, no por vehículo. En caso de sólo asegurar un vehículo por plaza –que es lo normal–, el problema es que si ocurre un siniestro en el garaje, a la hora de reclamar daños, la moto no se podría reclamar. Pero es ilógico lo que se afirma en algunas comunidades de vecinos para disuadir a los que tienen espacio de sobra y meten la moto con el siguiente argumento: Al haber más vehículos de los permitidos, el seguro no se hace cargo de nada. Eso es totalmente improbable porque no es legal. El seguro no debe limitar la capacidad de la plaza de garaje, sino que la capacidad de la plaza de garaje debe definir la cuantía que el seguro debe estimar en caso de que ocurra un siniestro.
 
Otro aspecto viene con la concesión del vado por parte del Ayuntamiento. Se solicita el número de vehículos y una vez que se otorga, no se pueden dejar más de los declarados. En caso de una revisión, la comunidad tendría que pagar una multa por declarar menos vehículos de los que realmente hay. Es muy difícil que esto suceda, pero cabe la posibilidad.
 
Tras estudiar los estatutos de la comunidad, tienes que informarte bien acerca de la ordenanza municipal y ver las condiciones de la póliza de seguro antes que dejar de utilizar un espacio que te pertenece.