La fallida investidura de Mariano Rajoy –sin ninguna sorpresa en sus dos resultados-podría dejar abierta la posibilidad, alentada en las últimas horas por Pedro Sánchez, de que la izquierda parlamentaria se uniera con fuerzas nacionalistas/independentistas para intentar formalizar una mayoría en el Congreso de los Diputados.

La posibilidad, si fuera posible, no es nada fácil y en esa tarea el secretario general del PSOE tendría enfrente a un buen número de dirigentes socialdemócratas que, aunque suelen dar su opinión por lo bajini, luego no se atreven a enfrentarse abiertamente a la dirección de Ferraz.

El Comité Federal del PSOE tiene la última palabra, aunque Sánchez podría recurrir, llegado el caso, a la apelación a los militantes como ya hizo en una ocasión anterior.

Podemos

La agresividad demostrada por los dirigentes de Podemos, en especial por su máximo líder, no es el mejor caldo de cultivo para cocinar esa alternativa, pero en política todo es posible. Se supone que, si finalmente pudiera abrirse esa posibilidad, tendrían que bajar el pistón y no seguir insultando día sí y hora también a los que en años anteriores ejercitaron la responsabilidad y el poder dentro del Partido Socialista. Y se supone también que no comenzarían ninguna negociación exigiendo parcelas de poder como hicieron después de las primeras elecciones generales del 20 de diciembre 2015.

No es fácil pero ya hay sustanciados pactos a ese nivel entre el PSOE y Podemos tanto en ayuntamientos como en comunidades autónomas.

Secesionistas

Otra cuestión será el llegar a un acuerdo, siquiera inicial, con las fuerzas secesionistas especialmente las catalanas. No creo que el Comité Federal admita tal posibilidad porque ya la cercenó anteriormente. Pero…

El PSOE siempre ha sido un partido nacional español como una de sus señas de identidad y romper esa trayectoria de más de 150 años tendría, evidentemente, un coste.

Elecciones

Tal y como están las cosas lo más probable es que España tenga que ir de nuevo a las terceras elecciones. Parece ser que el día elegido será el 18 de diciembre. Se han agotado ya todos los epítetos al respecto y desparramadas todas las calificaciones sobre la llamada clase política.

¿Cambiaría algo el panorama parlamentario si en el próximo invierno los españoles tienen que volver a decidir? Nadie lo sabe.