Érase una vez un partido doblemente imputado por corrupción. Érase una vez un partido nuevo que venía a regenerar la democracia. El partido corrupto y el partido regenerador decidieron hacer un pacto. Un pacto anticorrupción. Y esto es lo que pasó. Venían a cambiar las cosas, pero a la primera de cambio quienes cambiaron fueron ellos:

Lo primero fue no hablar del tesorero del partido corrupto:

Lo siguiente fue aún más vergonzoso. Si no puedes luchar contra la corrupción, redefínela:

Brillante:

No sólo Bárcenas, también Fabra sería otro “ciudadano ejemplar”:

El PP se ha mostrado muy colaborador en todo momento:

Las negociaciones están siendo muy duras:

Me recuerdan a cierta película:

¡Que siga la fiesta!

Si es que, claro, no es de extrañar:

El pez grande siempre se come al chico:

Cualquier día de éstos:

Menos mal que …