En el espacio La Mañana de TVE entrevistaron este lunes al abogado de la chica que denunció haber sido violada en grupo en los Sanfermines. Durante el programa llamó la atención la actitud del tertuliano Antonio Naranjo, quien 'apretó las tuercas' al abogado en torno a las circunstancias que rodearon los hechos y llegó a hablar de "error ingenuo" de la denunciante. Ya en la noche de ayer el periodista se disculpó pero después de que ELPLURAL narrara todo lo ocurrido diversos medios se han hecho eco de ello hoy y Naranjo ha emitido una extensa nota pidiendo perdón de nuevo. Naranjo ha colgado la nota en su Facebook y habla así de la polémica pregunta e insiste en que se "flagela" y disculpa por ella: 

Luego pude hacer otra pregunta, que ha suscitado una pequeña polvareda y que, ya antes de ella, provocó ayer mis disculpas. Fue una pregunta torpe, sin ninguna mala intención, pero que puede ser interpretada como algunos la han interpretado. A mí mismo no me ha gustado al revisarla y por eso me flagelo y rectifico a mí mismo. Pregunté, toda vez que el abogado respondió a otro contertulio que no se habían llevado a la víctima a la fuerza, que por qué la joven se había marchado con cinco hombres a un lugar apartado.

Cuando hice la pregunta, tenía la misma intención que tenemos los padres al insistirle a nuestros hijos que no se suban al coche con extraños, y al final del debate, en el mismo programa, lo aclaré. O lo intenté al menos. Cualquiera que vea el vídeo completo, y no la versión editada que alguno ha pretendido presentar como el todo en las redes sociales, creo que estará de acuerdo conmigo en que nunca pretendí ofender a la víctima y mucho menos justificar a los bárbaros que la atacaron, haya o no sentencia al respecto.

[...] A mí mismo no me gustó y durante el propio programa intenté aclarar su intención, tanto en plató como en Twitter. Y al revisarla por la tarde, mucho antes de que casi 24 horas después se armara un cierto revuelto en Twitter, pedí sinceras disculpas, me critiqué a mi mismo y publiqué tanto en Facebook cuanto en Twitter sendas notas de contrición y flagelo: da igual cuál fuera mi intención; la mera posibilidad de que sonara a culpabilizar a la víctima es suficiente para que uno entendiera que lo había hecho mal.

Lo lamento profundamente, pues, y si amplío esta disculpa es porque las meteduras de pata públicas han de tener penitencias públicas y, también, porque no creo que sea bueno para luchar contra esta lacra que quede la sensación de que dije lo que algunos han querido ver que dije al acotar mis intervenciones y porque, con lo que sí dije pese al contexto y las aclaraciones, es suficiente para concluir que estuve en eso muy desafortunado y sembré una confusión lamentable.

Y espero que estas disculpas, extendidas hoy tras las que ayer ya expresé sin que nadie me lo pidiera tras revisar yo mismo el vídeo, sean aceptadas por quienes al menos vieron la intervención completa, pues quienes prefieran quedarse con la versión parcial no van a ser convencidos por quien, torpemente, les ha ayudado a ponerme a escurrir.

 Esto también es culpa mía; esta vez no puedo reprocharles nada a ellos, pues sin mi contribución no hubieran tenido material para hacer sonar las trompetas de Jericó: sólo les pediría que, para atizarme todo lo que estimen oportuno, no incurran demasiado en vender la idea de que alguien justifica esta salvajada, pues aunque ellos piensen que yo me lo merezco, es seguro que la víctima no. Yo ya metí la pata; no la metan ustedes también.

Pero una cosa es ser un torpe y otra un machista. A lo primero ya les digo yo que sí; pero en lo segundo permítanme que no se lo acepte y que insista de nuevo en que ésa y otras piaras me tendrán siempre enfrente. Y termino poniéndome a disposición de la víctima y recordando lo obvio: un NO es un NO, en cualquier momento. Y un bobo es un bobo, sobre todo cuando queriendo ayudar, termina por provocar otro daño añadido.

Lo siento mucho.

Al menos Naranjo ha encontrado la solidaridad de Hermann Tertsch, conocido por sus provocaciones en los medios de comunicación.