Al final no pudo ser y aunque la selección española femenina de baloncesto soñó durante quince minutos con poder hacer de oro la plata ya segura con la que se plantó en la final olímpica ante Estados Unidos, a partir del segundo cuarto se fue rompiendo esa posibilidad, hasta llegar al contundente marcador final (101-72). Ese tanteo, sin embargo, no empaña para nada el éxito de la WÑBA, que ha conseguido en Río de Janeiro lo que buscaba, una medalla. E incluso puede que una presea de más valor que esperaba, ya que de inicio apuntaba más al bronce. Pero terminar el torneo con solo dos derrotas, ambas ante el Team USA, aunque hayan sido contundentes, es para valorar en un equipo que perdió a su baluarte principal, Sancho Lyttle, poco antes de viajar a Brasil. Un país y una ciudad, Río de Janeiro, que ya no olvidarán nunca las de Lucas Mondelo.
 
Estados Unidos apenas si ha tenido problemas para seguir haciendo historia con un equipo de ensueño y ha sumado su sexto oro consecutivo, y octavo en total, con su cuadragésimo novena victoria consecutiva. Un triple de Maya Moore acabo con unos primeros compases sin anotación y abrió un intenso y peleado primer cuarto en el que España tuteó a EEUU y Alba Torrens, con 10 puntos, se puso a la altura de las estrellas americanas.
 
Apoyada en la balear, las de Mondelo hasta llegaron a mandar en el marcador hasta el minuto 8. Pero un 8-0 con cuatro puntos de Whalen y otros cuatro de McCoughtry ya pusieron por delante a Estados Unidos al final del primer cuarto (21-17).
 
Amenazaron por primera vez las de Auriemma con escaparse al inicio del segundo cuarto (24-17), pero Xargay, Torrens y Ndour lo impidieron durante unos minutos, justo hasta la tercera falta de la pívot nacida en Senegal. Fue muy dolorosa esa falta, ya que España perdió fortaleza interior y capacidad de anotación, a pesar de la lucha de Laura Gil en las dos zonas.
 
Y peor le fue aún a la WÑBA con la tercera falta de Laura Nicholls también en el segundo cuarto, lo que le dejaba muy castigado de cara a la segunda mitad el trabajo en las dos zonas.
 
Llegó esa falta ya cuando EEUU había pisado el acelerador y marchaba por 13 puntos, tras la aparición de Diana Taurasi con dos triples seguidos para superar por primera vez la barrera de los diez puntos de distancia (35-25). En la segunda mitad el marcador no hizo sino seguir ensanchándose hasta superar la frontera de los 20 puntos ya en el tercer cuarto (56-34). 
 
Hace dos años en Turquía, en el Mundial 2014, esta misma final acabó 77-64, pero la sensación sobre la cancha fue parecida.
 
Sin duda alguna, y a pesar de la derrota, una vez más la selección femenina de baloncesto no solo no ha fallado, sino que ha vuelto a superar las expectativas.