Esta semana el Ministerio del Interior daba a conocer lo que ha denominado 'Protocolo para la valoración del nivel de riesgo de violencia de género de gestión de la seguridad de las víctimas', con el objetivo de combatir la violencia machista. Por su parte, desde la Dirección General de la Policía se aconseja a las mujeres maltratadas, entre otras cosas, que realicen cursos de defensa personal. No obstante, lo que pueden parecer medidas activas y positivas para luchar contra esta lacra social esconden una intrahistoria controvertida.

En enero de 2015 Jose Manuel Sánchez Fornet, miembro del Observatorio de la Ciudadanía contra la Corrupción (OCC) envió un escrito al Consejo de Policía, que a día de hoy, sigue sin respuesta. Entre otras medidas, planteaba medidas como impartir cursos de defensa personal para combatir este tipo de violencia.

Se da la circunstancia de que el subinspector del Cuerpo, Jorge Martínez Guzmán, destinado en la BRIC de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras, lleva tres años impartiendo cursos de estas características a mujeres de manera altruista. Jose Manuel Sánchez Fornet ha confirmado esto a ELPLURAL.COM añadiendo que Martínez es un especialista en materia de artes marciales

Gran prestigio para la Policía

A lo largo de estos tres años el subinspector ha impartido 73 cursos siempre en su tiempo libre y, en la inmensa mayoría, los gastos de viaje y alojamiento han corrido de su cuenta. Sólo en contados casos la Policía ha cubierto ese coste. A juicio de Sánchez Fornet el motivo es evidente: si lo organiza el sindicato de una zona concreta era esta institución la que pagaba a Martínez, pero "si le llamaban a él directamente, no se cubrían los gastos". Precisamente, esta labor de Martínez llamó la atención de medios de comunicación nacionales, aportando un gran prestigio a la DGP, algo que, sin embargo, no le ha servido para recibir agradecimiento alguno por parte de los mandos policiales. 

En un comunicado el Observatorio afirma que "existen numerosos policías en el CNP en la sección de Deporte o en comisión de servicio" para llevar a cabo estos cursos, aunque por ahora nadie lo ha hecho. Al hilo de esto, Sánchez Fornet indica que "me consta que fue bien acogida la propuesta y el informe les pareció bien, pero alguien decidió que no era algo que tenía que hacer la policía". Según sus palabras esta actitud "no la comparto, pero si lo decidieron, bien está".

Lo curioso del asunto es que, ahora la DGP presenta a bombo y platillo estos cursos de defensa personal.

"Una teoría política para quedar bien"

Sobre la proposición de patrocinar estos cursos enviada en enero del año pasado, no se obtuvo respuesta. Fornet asegura que habló “con algún mando, pero no fue nada oficial”. “Tampoco insistí mucho en el asunto y al final no contestaron”. En la actualidad, “está sin responder, y ahora lo proponen ellos. Es una utilización política del tema”. Pero cuando se enteró de la propuesta un año después de su petición, lo comentó con la ejecutiva, “hablé con Jorge”. “La impresión es que se trata, como siempre, de hacer un uso político de estos problemas”. Según su parecer, se trata de “una teoría política para quedar bien”, añadiendo que “no tiene sentido. Lo que hace falta es que la Dirección General ponga de su parte”.

Los cursos, afirma Sánchez Fornet, “no son para que la mujer le dé una paliza al marido”, por el contrario, “le sube la autoestima” a las mujeres, “pierden el miedo, viven mejor”

Éste es “un problema grave porque cada año hay miles de denuncias y 50 o 60 asesinatos”. La triste realidad es que de cada millón de denuncias por violencia de género700.000 son archivadas “por falta de pruebas o porque no se considera que haya motivo”. Fornet explica el proceso de una denuncia: Tomar declaración, detener al acusado, ponerlo a disposición judicial, analizar el caso y si no hay coherencia entre unas y otras declaraciones se archiva. Así de sencillo.