Rajoy sigue trabajando a destajo. No nos referimos a su agenda o su perfil de Twitter, sino a las declaraciones que cada fin de semana o puente que aprovecha para irse a Galicia realiza a los medios. Sus temas preferidos son los Juegos Olímpicos, con felicitación a algún deportista español incluida, y las presuntas negociaciones con Ciudadanos y la posición del PSOE ante su investidura.
Se siente a gusto el presidente en funciones porque cada día del puente pasado y este sábado se ha parado antes los periodistas que hacen guardia en las inmediaciones de su refugio veraniego del Salnés en la provincia de Pontevedra. Hoy no ha faltado a la cita y tras recorrer -así se ha encargado de recoger la agencia Efe- una ruta situada en Ribadumia 6,710 kilómetros en 55 minutos, se refirió al segundo de sus asuntos predilectos y, dentro de ellos, al Partido Socialista.
Sobre Pedro Sánchez aseguró que "estar diciendo que no a todo, no tiene mucho sentido". No le gusta la postura repetida en las últimas horas por parte del secretario general del PSOE de no apoyar un Gobierno del PP o unos hipotéticos presupuestos generales para el próximo año. 
Mariano Rajoy parece no dispuesto a resignarse como hiciera tras el 20D y su rechazo a la invitación de Felipe VI de someterse a la investidura. Por ello, esta mañana, tras la caminata insistió en que lo intentará y voverá a hacerlo porque "el PSOE es un partido de gobierno, ha gobernado en muchas ocasiones, y sus votos son necesarios ahora para que España tenga un gobierno".
Prioridades ¿de España o del PP?
Una vez más el líder popular hizo hincapié, a su manera, en las prioridades para las próximas semanas. "Formar gobierno es la prioridad, como digo yo, es la mayor", para añadir que "y luego ya, evidentemente, lo primero es tener unos presupuestos. Este año 2016 se ha mantenido bien la economía (...) pero esto no tiene por qué ser siempre así". En clave estratégica insistio en uno de los mantras de su formación que, sin embargo, olvida la realidad de los datos: "tenemos que perseverar y todavía hay que crear muchos puestos de trabajo".
Lo que no mencionó es la fecha elegida para el debate de investidura y que, por cuestión legal en caso de que fueran necesarias, provocaría que los españoles fueran a las urnas el 25 de diciembre.
A lo que sí se refirió fue al encuentro con Ciudadanos tras mentir ante los medios asegurando que la reunión de la ejecutiva de su partido no se había convocado para hablar de las condiciones del partido de Rivera, tal y como subrayó ELPLURAL.COM estos días atrás. Como la cosa va por el buen camino con la formación naranja, Rajoy afirmó este sábado que la cosa "fue bien y esta semana vamos a trabajar intensamente".
Más reuniones 
Del mismo modo, confirmó que ya ha hablado con el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo (Coalición Canaria) y de que en la semana que se inicia tendrá una conversación con la diputada de CC Ana Oramas"En el supuesto de que consigamos un acuerdo estas tres fuerzas políticas, todavía no sería suficiente. Mi intención es llamar al secretario general del PSOE para ver si somos capaces de construir algo, que es de lo que se trata en este momento, porque lo que no podemos es estar sin gobierno", ha reiterado, dado que "es una situación absurda que puede acabar haciendo daño al país". A su juicio, con respecto a unas nuevas elecciones, "sería un disparate volver a repetir".
La insistencia en hablar con el PSOE para convencer a sus dirigentes se vuelve obsesión cuando se le menciona la opción de que, si fracasa su investidura, puedan los socialistas intentar formar Gobierno a partir de un acuerdo con Podemos. Ante esta posibilidad es tajante al afirmar que el partido de Iglesias y el socialista "no sumarían, necesitarían también de varios partidos independentistas", algo que según sus palabras no sólo no sería "una buena solución para España. Es más, me parece bastante mala".