Fiel a su estilo, Mariano Rajoy ha despejado las mínimas dudas en su comparecencia en Moncloa tras reunirse con Felipe VI. La expectación era máxima ante la incógnita de qué papel asumiría el presidente en funciones ante las dificultades que está encontrando a la hora de buscar apoyos. La clave estaba en si comunicaría al rey que se sometía a la sesión de investidura e intentaba acuerdos hasta ese momento o volvía a echar balones fuera y dilataba nuevamente los tiempos como hizo en la anterior legislatura, cuando declinó esa responsabilidad ante la posibilidad de no ser elegido. El líder del PP ha optado por una postura intermedia: intenterá formar Gobierno pero no garantiza que se presente a la investidura. Y ha dejado claro en su tono y en su discurso que tiene muchas dudas sobre si conseguirá apoyos, intentando trasvasar la responsabilidad de un hipotético fracaso en el resto de fuerzas políticas.  

"Dispuesto a formar un Gobierno en minoría"
Tras volver a reivindicarse como la fuerza más votada y defender la necesidad de formar Ejecutivo para no cejar en la senda económica actual y ante el "desafío" del Parlament, el presidente en funciones ha desvelado que acepta el encargo del monarca de intentar la formación de Gobierno. Ha anunciado que negociará con las formaciones "más próximas" y con las que tenga "un mínimo contenido programático" en torno a los consensos sobre España, Europa y la lucha contra el terrorismo. Añadió que "si no es posible también estoy dispuesto a afrontar un Gobierno en minoría sólo con el apoyo del PP" siempre y cuando las otras fuerzas no bloqueen cuestiones básicas como los presupuestos.

"No hay alternativa razonable"
Rajoy no ha querido dar un calendario: "En un plazo razonable de tiempo informaré del resultado de las negociaciones y en consecuencia si estoy en condiciones o no de formar Gobierno. Desde mañana mismo reanudaré las negociaciones con el fin de evitar unas nuevas elecciones y conseguir cuanto antes un Gobierno". Según el líder popular que gobierne su partido es "respetar la democracia" y además "no hay una alternativa razonable". Pero ante las preguntas de los periodistas, ha dejado claro que de momento solo se abre un nuevo período de negociación y que no garantiza que se presente a la investidura si no tiene la seguridad de que vaya a ser elegido. "Haré todo lo que esté en mi mano, pero no depende solo de mí", repitió sobre su disposición a buscar el apoyo de otras fuerzas políticas.  

El presidente en funciones cree que ahora se abre un período diferenciado respecto a las semanas previas, que ya hay un "encargo" del rey y que ya ha quedado claro que él "quiere gobernar", mientras que el resto de fuerzas no ha expresado tal cosa. Ha expresado también su deseo de que sus interlocutores en las negociaciones "estén a la altura".