Mariano Rajoy, quien ha dicho que buscará los apoyos de los partidos “constitucionalistas” para formar Gobierno, parece ser el primero en ignorar la Constitución Española a la que tanto apela. El presidente del Gobierno en funciones ha coqueteado con la idea de no acudir al debate de investidura si no tiene los apoyos suficientes para ser nombrado jefe del Ejecutivo, aunque ha “aceptado el encargo del Rey”.

Sin embargo, aunque en otros aspectos pueda ser ambigua, aquí la Constitución es bastante clara: el candidato propuesto no puede rechazar el presentarse a un debate de investidura.

En su artículo 99, punto 2, la Constitución señala que "el candidato propuesto conforme a lo previsto en el apartado anterior expondrá ante el Congreso de los Diputados el programa político del Gobierno que pretenda formar y solicitará la confianza de la Cámara".

Dicho artículo no recoge en ningún punto la idea de que el candidato que ha propuesto el monarca puede rechazar acudir a la investidura, aunque no haya logrado apoyos suficientes en la negociación.