Este miércoles el Banco Santander ha presentado sus resultados correspondientes al primer semestre del ejercicio de 2016. A pesar de que sus ganancias han sido de 2.911 millones de euros, un 32% menos que en el mismo periodo del año pasado, Ana Botín -presidenta de Banco Santander- es optimista y asegura que “estamos cumpliendo nuestros compromisos y nos reafirmamos en los objetivos de aumentar el beneficio y el dividendo total por acción para 2016”.

El descenso de beneficios de la institución de más de un tercio de sus ganancias puede resultar un dato poco halagüeño, pero el maestro de ceremonias de la presentación de los resultados, José Antonio Álvarez Álvarez -consejero delegado-, ha destacado que el beneficio ordinario (el montante que no contempla ni el tipo de cambio de divisas ni los gatos extraordinarios como el coste de reestructuración o la aportación al Fondo de Resolución Europeo) ha crecido un 9%.

Y es que, teniendo en cuenta que el coste de reestructuración (sucursales, inversiones en estructuras digitales etc.) ascendió hasta los 475 millones, la aportación al FRE a 120 y la depreciación de algunas divisas, el beneficio ordinario alcanzaría la cota de los 3.280 millones.

A mal tiempo, buena cara

José Antonio Álvarez ha asegurado que a pesar del convulso escenario internacional, marcado por el deterioro de las previsiones de crecimiento de la economía, “la palanca que estamos usando nos permite crecer y cumplir los objetivos”. El consejero delegado achaca sus buenos datos relativos a la mejora de la calidad de su balance, la solvencia y la rentabilidad derivada de “fuertes inversiones y una elevada satisfacción de clientes”. Y es que, el número de clientes particulares ha crecido un 9% (1,1 millones más) y el de empresas un 13% (148 mil más), lo que suponen un total de clientes vinculados que asciende a los 14,4 millones (13,2 particulares y 1,2 empresas).

Brexit

Incertidumbre. Así ha definido José Antonio Álvarez la situación de Reino Unido tras los resultados emanados del referéndum con victoria del ‘Sí’ por la mínima. El consejero delegado ha mantenido que a pesar de que todo apunta a que el escenario será pernicioso, “aún no lo tenemos claro, no sabemos”. Señala que en un marco “de alta incertidumbre” se genera “tensión”, pero “en el futuro depende”. Asimismo, ha asegurado que “la política de reinversión del capital (el 50% de los beneficios en Reino Unido se reinvierten) no cambiará”, y ha anunciado que en septiembre aportarán sus análisis sobre los efectos del Brexit para el Banco Santander.

Lo que es seguro, es que la entidad tendrá que atajar el asunto lo antes posible ya que el 20% de los ingresos proceden de sus actividades en el Reino Unido

El gobierno de España, Bruselas y el déficit

José Antonio Álvarez ha evitado posicionarse con respecto a la formación de gobierno y ha afirmado que “lo deseable es que haya un gobierno estable que pueda ejecutar y tomar decisiones lo antes posible”. Asimismo, ha eludido pronunciarse sobre la multa de Bruselas a España: “No tengo opinión cualificada, […] tenemos un déficit muy elevado y hay que situarlo por debajo del 3% lo más rápido posible”.

El desplome de Scusa

La filial estadounidense del Santander en EEUU -Banco Santander Consumer USA Holding (Scusa)- se desplomó en Wall Street a principios de esta semana tras anunciar que retrasará la presentación de sus cuentas correspondientes al primer semestre del presente ejercicio. Según señaló en su momento la corporación, están “en conversaciones con su actual y los anteriores auditores independientes respecto a algunos asuntos contables, principalmente relacionados con la acumulación de impagados y la metodología de las pérdidas crediticias”. Hoy, el consejero delegado ha querido quitar hierro al asunto asegurando que esto no afectará ni positiva ni negativamente a la institución, pero sí ha confirmado que “tenemos discrepancias, hay una discusión”. Todo esto, con el añadido de que Scusa ha vuelto a suspender los test de estrés de EEUU (y ya van tres años seguidos).

Las perspectivas de futuro

El consejero delegado ha transmitido su tranquilidad con respecto al saneamiento de la balanza de pagos de los próximos años ya que los países emergentes están respondiendo, al igual que aquellos en los que opera la entidad financiera. Un gran ejemplo es Brasil, un país que José Antonio Álvarez señala que crecerá en 2017 a pesar de que previsiblemente caiga durante este ejercicio.

Además, señala que los recortes de personal prácticamente han concluido. Santander ya ha ejecutado el cierre de 350 de las 450 sucursales que anunció que echarían el cierre y ya se han perpetrado un millar de despidos, por lo que la reducción de plantilla está casi completada y no se producirán más de 300 bajas.