Carmen Córdoba Mauri ha llevado a cabo una iniciativa a través de la plataforma Change.org que ha registrado ya más de 70.000 firmas a una petición que solicita la abolición la tradición medieval de "correr los gansos", un festejo celebrado en el pueblo toledano de El Carpio del Tajo y que consiste en decapitar gansos (ya muertos) colgados de una cuerda desde un caballo a la carrera. 

El mecanismo es sencillo, consiste en colocar un ganso sacrificado boca abajo en una soga entre dos postes altos en el centro de la ciudad. Mientras, un caballo a la carrera avanza hasta atravesar por debajo la cuerda para que el jinete pueda arrancar la cabeza del ganso. El objetivo de este festejo es conseguir decapitar con las manos al ganso desde el caballo en movimiento. Se realiza en tres ocasiones a lo largo del dia, en la mañana, al mediodía y por la tarde.

Los participantes de esta celebración han de ser descendientes del pueblo, además, deben ir en parejas a lomos de sus caballos. Deberán correr a galope abrazados y lo más juntos que puedan. Es al término de la última carrera cuando comienza la práctica denominada 'correr los gansos' y, en esta ocasión, participan uno a uno para tratar de conseguir la cabeza de los animales.

Carmen Córdoba, la impulsora de esta petición, ha afirmado que este festejo está considerado entre los doce más crueles de España y lo ha tachado de "monstruoso". Además, añade que es una práctica que se realiza con el patrocinio del Ayuntamiento de El Carpio y con el beneplácito de la Iglesia, que según Carmen, "debería ser la primera en liderar el fin de esta fiesta de sangre y muerte". 

Uno de los handicaps de este festejo son los niños, que según muchos, no deberían pesenciar esta lamentable escena. Asimismo, se solicita que se aleje a los menores de esta participación y de la visión de la decapitación del ganso, ya que esta práctica puede confundir a los más pequeños hacia el maltrato de los animales. Según Carmen Córdoba "con este tipo de prácticas también se violan los derechos de los niños, aprobados en la Declaración de los Derechos del Niño en 1959, siendo violado claramente el Artículo 10", que es el derecho a ser criado con un espíritu de comprensión, tolerancia, amistad entre los pueblos y hermandad universal. 

La sensibilidad de todos los que vivimos en este país es muy diferente al paradigma que esta práctica absurda, violenta y escudada en la tradición nos ofrece.

La impulsora de la iniciativa, en sus últimas palabras, se dirigió al alcalde del pueblo toledano y al presidente de la Junta de Castilla la Mancha para rogarles que hagan todo lo que se encuentre en su mano para acabar con este "arcaico e inhumano festejo". Sin embargo, a pesar de las firmas recogidas, el pasado lunes 25, por el día de Santiago Apóstol, se celebró este festejo sin ningún tipo de incidente. Según efe, todos los vecinos del municipio están a favor de continuar con esta "tradición popular".