Ciudadanos se desmorona en Castilla-La Mancha (CLM); el partido de Albert Rivera ha entrado en un bucle autodestructivo e irreversible con la “ayuda inestimable” de la secretaria general y presidenta del PP en esta comunidad, María Dolores de Cospedal, que desde el día siguiente de las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2015 se conjuró para minar a la formación morada. Un año después, la también diputada del PP por Toledo y “ministra en cap” del futurible gobierno de Mariano Rajoy, puede presumir a los cuatro vientos de haber logrado su objetivo: C’s perdió el 26-J  los tres diputados (dos a favor de los “populares”) que había logrado el 20-D, las dimisiones y los ceses están a la orden del día y, lo que era más difícil todavía, consigue que Rivera, él solito, descabece por completo a la formación naranja en tierra de Don Quijote. Una jugada maestra que a buen seguro se leerá en los manuales maquiavélicos de los corrillos políticos toledanos.

Se busca coordinador para Toledo

Y es que Ciudadanos se ha convertido ya en Castilla-La Mancha en “El camarote de los Hermanos Marx”.  Hace escasamente unas horas, el hasta ahora coordinador local y provincial de Ciudadanos en Toledo, Carlos Martínez, presentaba su dimisión de ambos cargos. Martínez  se ha negado, por el momento, a explicar los motivos que le han llevado a tomar esta decisión, pero fuentes del partido consultadas por ELPLURAL.COM avalan la teoría del “desencuentro entre el partido en Castilla- La Mancha y la dirección nacional, causantes del batacazo electoral y de nuestra lamentable situación”. Las mismas fuentes han precisado que no será la “última dimisión; más bien la enésima”, ya que la situación, hoy por hoy, “es insostenible”, argumentan.

Debacle electoral

Todo comenzó a los pocos días de la celebración de las elecciones generales del 26 de junio. Albert Rivera decidió cesar fulminantemente a su coordinador general en la comunidad y a su portavoz, Antonio López y Esteban Paños, respectivamente, cuya gestión venía avalada por los extraordinarios resultados conseguidos en los comicios del 20 de diciembre (1 diputado por cada una de las provincias de Toledo, Guadalajara y Albacete), aunque de nada sirvieron estas más que aceptables credenciales; fueron desposeídos de todo poder y relegados a la marginalidad en plena campaña electoral. El resultado, demoledor: El PP de Cospedal conseguía arrancarle dos diputados, uno por Toledo y otro por Guadalajara; y Podemos un tercero por la circunscripción de Albacete. El hundimiento estaba garantizado y los peores presagios se confirmaban.

Doble candidatura; nuevos candidatos

Resultado que estaba más que justificado después de que Rivera entrara en Toledo como elefante en cacharrería. No sólo cesó a la cúpula del partido para poder tener las manos libres y cambiar a su antojo a los cabezas de lista “a gusto de Cospedal”, como ya informó este periódico en su día recogiendo testimonios de la formación naranja, sino que se permitió el lujo de presentar una doble candidatura ante la Junta Electoral de Zona toledana. Una primera en la que no se incluía en ningún puesto al que había sido número uno el 20-D, y una segunda en la que sí estaba el diputado electo de Ciudadanos como número 2. El resultado, el ya sabido: pérdida del acta conseguida meses antes y desastre en Guadalajara, a pesar de que la diputada conseguida en diciembre volvía a encabezar la candidatura, pero todo parece indicar que Orlena de Miguel sufrió en su persona las iras de los votantes por tantos “tejemanejes” de la dirección nacional.

Denuncias por acoso sexual y laboral

Al margen de los ceses, las dimisiones han sido continuas a lo largo y ancho de Castilla-La Mancha; desde Valdepeñas a Seseña, y desde Toledo a Cuenca. Pero no sólo eso, es que el cruce de denuncias entre los propios militantes marcó tendencia en su momento. Y de qué forma.  Al incompresible cese del coordinador regional, Antonio López, se unía una nueva polémica en forma de denuncia contra éste por supuesto acoso laboral y sexual. La denunciante, una colaboradora de López en la Diputación de Toledo donde Ciudadanos sustenta al gobierno del PSOE, con gran disgusto de Cospedal y su hombre de confianza en la capital, el polémico Arturo García-Tizón, a los que C’s se negaron a votar para revalidar la presidencia de la institución. Meses antes, en Cuenca y Guadalajara se vivían parecidas experiencias de supuestos acosos. Alguna denuncia ha sido desestimada, no así el acoso sufrido por López por parte del PP, que supuestamente distribuyó un dossier donde, entre otras cosas, se recogía la “plurimilitancia”  de López antes de desembarcar en Ciudadanos. Según los filtradores de ese “documento”, el excoordinador militó en el PSOE, IU, Ciudadanos Independientes por Toledo (UCIT) y Unión de Ciudadanos Independientes (UCIN), además de ser un activo sindicalista, primero en CC OO, luego en UGT y más tarde en STAS. Ciudadanos debería saber a estas alturas  que Cospedal no perdona;  igual que Albert Rivera tampoco la perdona. De ahí su veto para presidir el Congreso.