En Podemos las aguas ya no bajan tan tranquilas como hace algunos meses. Probablemente, la cohesión de la que tanto presumió José María Aznar en sus tiempos al frente del PP y que ahora, si es que la hay en la sede de la calle Génova, intenta dinamitar en cuanto puede, en el caso de la formación morada empezó a resquebrajarse con las duras palabras dedicadas por Pablo Iglesias al PSOE en los primeros días de marzo en aquel intento de investidura de Pedro Sánchez.

Tal vez el punto de inflexión en aquel acalorado debate, fue la cara de Íñigo Errejón ante la alusión en sede parlamentaria por parte de Iglesias a la "cal viva". Nunca se sabrá con certeza, pero a partir de ahí, la repetición electoral con la alianza con Izquierda Unida, no conllevó el resultado esperado y, por tanto, el desalojo de Mariano Rajoy de la Moncloa, sino todo lo contrario. Entre medias, la destitución del número 3, Sergio Pascual, muy próximo a Errejón provocó que éste estuviera unos días 'desaparecido'.

Crisis interna

Este domingo, el secretario de Política de Podemos, Íñigo Errejón, concede una entrevista al diario 'El País'. En ella, entre otras cosas, asegura que su formación está la obligación de "cambiar" y "mutar" con el objetivo de conseguir el Gobierno de España. A su juicio, esa transformación interna tiene que perseguir la meta de seducir a los ciudadanos que necesitan "más certezas" y a los que "hasta ahora han dudado" de la formación.

En momento alguno pone en entredicho la alianza con Alberto Garzón, aunque dice que "no tenemos por qué compartir las hipótesis teóricas e intelectuales que nos han traído hasta aquí para hacer trabajo juntos en el grupo parlamentario".

Para el número 2 de Podemos la falta de flexibilidad y de capacidad de escucha es lo que ha hecho perder a su partido un millón de votos en apenas seis meses. 

Relación con el PSOE

Estos días, sobre todo tras el desencuentro para la elección del presidente del Congreso de los Diputados que ha terminado con la elección de la 'popular' Ana Pastor, Pablo Iglesias ha dejado entrever de manera más o menos clara que las desavenencias con el PSOE son evidentes, incluso utilizando para ello un lenguaje pesimista en cierta medida. Por su parte, Errejón cree su formación tiene que trabajar su relación con los socialistas.

Según sus palabras, "todos tenemos que ser más generosos. Porque nos tenemos que entender. Creo que en el futuro, la posibilidad de un Gobierno que comience a ayudar a su gente y no a asfixiarla solo se hace si nos entendemos".

Lo que tiene claro en estos momentos es que no disputará el liderazgo de Podemos a Pablo Iglesias en el próximo congreso del partido. "Creo que a Pablo le corresponde seguir manteniendo la misma labor de dirección", indica, al tiempo que adelanta que dicho cónclave tendrá un debate de ideas, estrategia política y hoja de ruta.