El diario El Mundo desveló que Francisco López Valdés, el marido de María Seguí -directora general de la Dirección General de Tráfico- se habría beneficiado al recibir a dedo financiación del organismo que preside su mujer para los proyectos de seguridad vial de la Universidad de Zaragoza, donde él trabaja. Ahora, López Valdés se defiende de dichas acusaciones afirmando que no ha recibido “ni un sólo euro”.

En una entrevista concedida al Diario de Navarra, Francisco López Valdés asegura que “ni mi mujer me ha asignado ni un euro ni me he lucrado de nada” y mantiene que su sueldo se corresponde con una beca concedida por la Unión Europea. López Valdés destaca que él cobraba de la Universidad de Zaragoza, a través de la beca de la UE, y que “no tenía ni voz ni voto”, ya que “participaba en los proyectos según se me pedía”.

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha iniciado una investigación para determinar si las adjudicaciones que hizo la DGT a la Universidad de Zaragoza, que alcanzan los 49.950 euros, fueron otorgados de manera irregular.

Ante estas acusaciones, Francisco López Valdés se defiende tirando balones fuera y sostiene que “es una acusación torticera” y ha instado a las autoridades pertinentes a que desvelen “toda la información económica relativa a mi relación con la universidad”. Asimismo, ha señalado directamente a Juan José Alba (otro profesor de la Universidad de Zaragoza), a quien atribuye todo el revuelo formado “por una relación personal muy deteriorada” provocada por “una tesis sin calidad que nos negábamos a aceptar como tribunal en abril de 2014”.

Según revela el diario El Mundo, Alba contrató a López Valdés sin conocer su relación amorosa con María Seguí. En una serie de correos electrónicos publicados por dicho medio, Francisco López Valdés menciona a Alba que “pensábamos si debíamos decírtelo o no”, que “es un factor a tener en cuenta” pero que en ningún caso “nos frena para ninguno de los planes que teníamos para el laboratorio”. En este mismo email, le pide discreción “con algunas cosas”.

Sin embargo, el profesor acusado niega la mayor señala que su responsable sí tenía conocimiento de su relación y que no es que lo ocultara, solo que “no lo fui publicando, lo gestioné con naturalidad”. Destaca que Alba estaba al tanto de la situación incluso antes de firmar el contrato como investigador y que “podía haberse negado”, pero que lejos de eso, “me felicitó por la boda”. Ahora, López Valdés afirma que se siente traicionado.

Juan José Alba denuncia al matrimonio por tráfico de influencias y cohecho, mientras que el marido de María Seguí pide que "se investigue todo hasta el final y que la situación se aclare cuanto antes". Asimismo, Alba cuenta en su escrito cómo el matrimonio consiguió un contrato con el organismo encargado de gestionar los cursos de recuperación de puntos (CNAE) que ascendía a los 20.000 euros y cuyo beneficiario sería la Universidad de Zaragoza.