La noche del 26 J el WhatsApp echaba humo con todo tipo de mensajes, pero entre los que me llegaban de amigos y conocidos de Cataluña predominaba el: "España no tiene remedio". Era un mensaje no de rabia, sino de profundo desaliento. Muchos catalanes progresistas no independentistas, tenían puestas muchas esperanzas en la posibilidad de un gobierno que entendiera el caso catalán y que pusiera remedio al desapego que va camino de la ruptura. Con las elecciones del 26 J se ha perdido esa posibilidad, porque cada día que Mariano Rajoy sigue al frente del ejecutivo, el número de personas que se decantan por la solución independentista aumenta de manera exponencial.

Muchos catalanes y vascos quieren una España diferente a la que representa el PP

No es circunstancial que Podemos haya obtenido en Cataluña y Euskadi los mejores resultados del estado. Es una señal inequívoca de que muchos catalanes y vascos quieren tener el derecho a votar para decir que quieren seguir formando parte de España, pero de una España diferente a la que representan el Partido Popular y, en menor medida, el PSOE. Cierto es que en Cataluña el PP ha mejorado ligeramente sus datos con respecto a las elecciones del 20 D, pero también lo es que sigue siendo un partido minoritario y, en amplias zonas, puramente testimonial. 

Desde el 26 J los mensajes han cambiado de tono y de protagonistas. Los de desencanto de quienes han visto escaparse la posibilidad de vivir en una España plurinacional, han ido sustituyéndose con los días, por los que envían quienes hace ya tiempo que no sienten ningún vínculo con España y que, a modo de canto de sirena, invitan a unirse al viaje a quién sabe dónde. 

Cataluña ha estado gobernada durante más de dos décadas por un partido y un "omnipresidente"  tan o más corrupto que de quien ahora abominan

No resulta fácil responder a quienes consideran imposible convivir en un país que elige para que lo gobierne al partido político con más casos de corrupción de toda Europa. Aunque bien podríamos argumentar que Cataluña, como buena parte de España, ha estado gobernada durante más de dos décadas por un partido y un "omnipresidente"  tan o más corrupto que de quien ahora abominan. Visto lo cual, nos lleva a hacer una cuestión con lo que afirmaban los primeros mensajes que recibí la noche del 26 J. ¿Tiene España remedio?