Caldeado momento este domingo en la Cadena COPE, no provocado por el intenso calor de julio, sino por unas declaraciones de Pablo Iglesias en 2013 que hicieron estallar a la periodista Cristina López Schlichting, habitual colaboradora también de 13TV.

La conductora del programa Fin de Semana no pudo ocultar su enfado al escuchar al líder de Podemos afirmar que “la caída del Muro (de Berlín) fue una mala noticia para todos”. Así se expresó Iglesias en un acto hace tres años hablando sobre conquistas sociales y comunismo.

“La clave para entender que existan Estados del bienestar (en Europa), que se redujera la jornada laboral, se pagaran las vacaciones de los trabajadores, que hubiera seguros de desempleo… era el miedo de los ricos. El miedo de los ricos a la URSS, al movimiento obrero… Por eso, a pesar de las barbaridades que se hicieron en nombre del comunismo en la URSS, la caída del Muro fue una mala noticia para todo el mundo porque quitó el miedo a una parte de las clases política y económicamente dominantes”.

Estas declaraciones, de las que no conocemos totalmente el contexto y que se pueden escuchar a partir del minuto 48 del programa, provocaron una airada contestación de Schlichting recordando a su “cuñado Georg que nació en el lado comunista de Berlín, que no pudo estudiar en la Universidad porque por ser católico se le negó esa posibilidad. Al que todos los años le llegaba la gente de la Stasi al salón para preguntarle qué pensaba del Régimen”.

Levantando aún más la voz a todos sus oyentes, la periodista de COPE calificó a Iglesias de “¡sinvergüenza! para decir que la caída del Muro de Berlín fue una desgracia, ¡hay que ser sinvergüenza! los que hemos pasado en nuestras carnes verdaderamente esto no lo podemos olvidar... ¡Es que hay que ver, eh! Yo esto no lo había oído eh, pero es que ¡hay que ser sinvergüenza!”

Tras recoger una de las colaboradoras las críticas que se estaban produciendo en las redes sociales a estas declaraciones del líder de Podemos, Schlichting volvió a reflexionar sobre ellas opinando que “hay que hacer pedagogía y explicar, sobre todo a los más jóvenes, lo que pasó en Europa, lo que pasó en el gulag, cuánta gente fue desplazada por el régimen soviético, cómo se vivía allí. Y luego explicarles que fundamentar la convivencia en el miedo, en el miedo del tipo que sea, no en la lucha por la justicia, no en la lucha por los derechos sociales sino en el miedo, es una barbaridad y una villanía, y esto no puede constituir un pilar en nuestra convivencia. Anda que nuestros padres no se han esforzado para hacer la Transición abrazando al que es distinto, al comunista, al católico, al monárquico, al republicano... para que ahora venga éste hablando del miedo como un bien. ¡Qué triste de verdad, qué triste!”