Frente a la amenaza que arrojó el Barómetro Electoral del CIS previo a las elecciones generales del 26J, Patxi López consiguió revalidar su escaño. Habría sido llamativo que, después de haber sido presidente del Congreso en la efímera XI Legislatura, ahora no consiguiese entrar en la Cámara. Sin embargo, nada apunta a que López repita como la tercera autoridad del Estado.

¿Y quién presidirá el Congreso en esta nueva legislatura? Los primeros en intentar despejar la incógnita han sido los dirigentes de Ciudadanos, pese a su machacón empeño en no querer hablar de “sillones”. El secretario segundo de la Mesa de la Diputación Permanente, Ignacio Prendes, ya ha pedido que el presidente del Congreso sea de diferente color político al del jefe del Gobierno.

A la vista de que tiene toda la pinta de que el presidente del Gobierno será del Partido Popular, desde Ciudadanos coquetean con que el sillón de honor del Congreso sea para un socialista o, incluso, alguien salido de la formación naranja.

“Nos parece que es muy sano para mantener el principio de la independencia y separación de poderes que se produzca esa diferencia entre lo que es el poder ejecutivo y el poder legislativo”, ha señalado Prendes.

Desde el PP, por supuesto, no apoyan esta posición. No lo hicieron tras las elecciones del 20D y no lo harán en esta ocasión, cuando han obtenido un mejor resultado. Como tesis señalan que la diferencia de colores en las instituciones tendría repercusiones políticas, porque el presidente del Congreso sustituye al del Gobierno en viajes internacionales, algo que ocurrió con Jesús Posada, que acudió a la segunda toma de posesión de Evo Morales.

¿Y a quién podría sugerir el PP? Pues si nos remontamos a la anterior legislatura, el principal candidato podría ser el actual ministro del Interior, Jorge Fernández. Al menos, el partido le propuso el pasado mes de enero, para sorpresa de todos los negociadores, que recibieron la idea con un gran rechazo.

Lo cierto es que, tras el escándalo de las grabaciones en las que se escucha al ministro conspirar con el jefe de la Oficina Antifraude de Cataluña para fabricar escándalos contra los rivales políticos del PP, en los mentideros de la política ya se comenta que Fernández Díaz no repetirá como responsable de Interior si vuelven a gobernar los populares. Pero no sorprendería que la salida que se le diese fuese la de la tercera autoridad del Estado.