Menos de un punto de diferencia con respecto a su resultado el 20D ha producido que Ciudadanos pierda ocho diputados. Esta es la dura realidad a la que se han tenido que enfrentar esta noche los de Albert Rivera, quienes han decidido ponerle al mal tiempo buena cara.

Así se podría resumir el ambiente que se ha vivido esta cálida noche de junio en la sede de Ciudadanos donde, hasta la salida de sus dirigentes -minutos después de la media noche- el silencio había sido la tónica general. Dentro del edificio, los periodistas se afanaban en intentar comprender lo que había pasado y que nadie esperaba, mientras que fuera un centenar de simpatizantes seguían el recuento electoral sin hacer demasiados comentarios esperando a ver cómo reaccionaba su “presidente”.

Ley electoral “profundamente injusta”

Tras la comparecencia de Iglesias y Sánchez, Rivera ha aparecido en la planta baja de su sede acompañado de su equipo y de las caras más conocidas del partido para cargar contra la “profundamente injusta” ley electoral que les ha quitado ocho escaños por menos de 400.000 votos.

El propio Rivera ha puesto algún ejemplo concreto de esta gran diferencia, como que “en Castilla y León Ciudadanos ha conseguido 205.000 votos y 1 escaño, el Partido Popular con 600.000, 16 escaños”.

“Yo no voy a hacer como otros y decir que es una noche histórica” ha dicho Rivera para volver a reivindicar que aspiran a crecer y confirmar “que el centro existe” en España.

Conforme hablaba, el líder de Ciudadanos se ha ido creciendo y ha pedido a sus adversarios que “nadie ponga su sillón por delante de todos los españoles”, ha dicho que estará presente si PP y PSOE deciden pactar, y ha acabado dando las gracias a los apoderados del partido, a todo el equipo, incluso a sus familias “por aguantarnos” para, acto seguido, salir a saludar al centenar de simpatizantes que lo esperaban a las puertas.

Albert Rivera saludando a sus simpatizantes en la noche electoral - A. G.

Baño de moral

Ha sido en este momento cuando tanto militantes como dirigentes han sacado su mejor sonrisa para reivindicar lo que han logrado, por malo que parezca a estas horas de la noche, aunque lo cierto es que no serán nada decisivos para sí, por fin, se consigue formar Gobierno.

Rivera ha vuelto a insistir en el exterior de su sede que han “aguantado ese 13% heroicamente” y que ellos esperan poder “hablar de cambios y no de sillones”. “Los votos de Ciudadanos son vuestros y de nadie más” ha insistido repitiendo una y otra vez la palabra “cambio”, aunque el que buscan parece que, de momento, no va a llegar.

Entre bambalinas

Ya en la trastienda de la celebración para unos, lloros de pena en grupo para otros, lo cierto es que la noche en la sede de Ciudadanos no ha sido, ni de cerca, tan emocionante como lo fue el 20D. Además de porque entonces los naranjas partían de cero escaños, el ambiente no ha sido el mismo al estar totalmente separados los medios de comunicación y los militantes que se han acercado al lugar.

Esto, unido a los continuos problemas de sonido en la sede que han hecho que un técnico llegase a contar hasta 50, sin exagerar, mientras intentaba solucionarlo, han hecho de ésta una noche en general sosa en la calle Alcalá.

Ahora sólo queda esperar a mañana y las próximas semanas para saber si Rivera de verdad rentabiliza sus 32 escaños, como ya hizo con los 40, o si su sueño del centro se desinfla.