Aunque no siempre de forma regulada y con variaciones en la legalidad en función de cada país, la marihuana sigue siendo utilizada para frenar las náuseas y vómitos de muchos pacientes. Varios informes médicos (alrededor de 40 según c-med), han mostrado sus resultados favorables al uso del THC para reducir los efectos adversos de la quimioterapia, entre los que se encuentran principalmente las náuseas y los vómitos.

De hecho, recientes estudios han confirmado estos datos, aunque siempre con un uso reducido de THC. Unas dosis bajas de THC mejoran los efectos de otros fármacos cuando se administran juntos.

Como se puede apreciar en los datos expuestos en este último informe, esto no es tan sencillo como adquirir semillas de marihuana y empezar a consumirla. Además de que según que países esto es ilegal, podemos sobrepasar los mínimos de THC y los beneficios volverlos en desventajas. Deberá ser un especialista quien nos guíe en función de la legalidad vigente de cada país y de las tomas necesarias para cada caso, logrando así que el resultado sea positivo para el paciente y se pongan fin a las náuseas y a los vómitos.

Estudios clínicos recientes también se han mostrado favorables al uso de cannabinoides para reducir las náuseas y los vómitos propios de la radioterapia. Otras enfermedades con síntomas similares como el SIDA o la hepatitis, también se ven beneficiadas por el THC.

De nuevo volvemos a remarcar la importancia de contar con un control médico sobre este tema que para muchos es desconocido y que siempre hay que tomarlo con precaución. Aunque si es cierto que cada vez se están demostrando más efectos beneficiosos del consumo de THC controlado, especialmente de forma paliativa ante enfermedades con altas dosis de dolor donde los medicamentos tradicionales no son suficientes o son demasiado agresivos.