El Observatorio Español contra la LGBTfobia ha denuncia la hipocresía del arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, por obligar a los dominicos de la iglesia de Santa María la Real a cancelar un evento lúdico y de oración "por las víctimas de la exclusión" organizado por Cristianos LGBT de Sevilla (Ichthys) el pasado sábado.
 
En un comunicado, el Observatorio señala que no es la primera vez que el prelado obliga a cancelar eventos con grupos LGBT en la Archidiócesis de Sevilla, puesto que ya lo hizo en 2012 con un acto similar en la misma iglesia.
 
El Observatorio recuerda que el arzobispo de Sevilla declaró en 2005 el matrimonio entre personas del mismo sexo afectaría negativamente a la "familia" y a los menores adoptados y en 2013 consideraba un abuso extender el concepto de matrimonio a las uniones homosexuales.
 
En 2012 tras la salida del armario del sacerdote José Mantero llegó a declarar que la homosexualidad es un "desorden moral y un pecado". A finales de febrero de este año, apoyó y aconsejó al sacerdote de Écija que prohibiera que un joven homosexual que vive con su pareja pudiera ejercer como padrino en el bautizo de su sobrino por "llevar una vida no congruente con la fe".
 
El presidente del Observatorio, Francisco Ramírez, ha lamentado "la falta de caridad cristiana" del arzobispo de Sevilla, quien, desde su punto de vista, "no sólo no está siguiendo las indicaciones del papa Francisco acerca del acogimiento de los homosexuales, sino todo lo contrario, al boicotear cualquier acto con personas LGBT en las iglesias de su Archidiócesis".
 
A su juicio, con esta actitud, "aleja más a la Iglesia de la sociedad, continúa con la sangría de feligreses y promociona el mensaje de que los homosexuales son personas de segunda categoría que se merecen la discriminación por pecar", subraya Ramírez.
 
"Las últimas declaraciones procedentes de la Conferencia Episcopal Española han terminado de defraudarnos y hacernos perder la esperanza de que se recriminarían estas actitudes intolerantes, o de fomento del fundamentalismo ortodoxo basado en una sexualidad simplista y discriminatoria del ser humano", apunta el presidente del Observatorio.