Nunca deja a nadie indiferente con sus palabras y menos cuando se trata de una estrevista. El filósofo Fernando Savater vuelve al candelero político al ocupar el quinto puesto de la lista al Congreso que encabeza Gorka Maneiro por UPyD. El partido fundado por Rosa Díez, y en cuya génesis él también participó, no logrará representación en el parlamento salvo sorpresa mayúscula.

Su posición le ha sido arrebatada por las nuevas formaciones y, en especial, por Ciudadanos, con cuyo líder Albert Rivera a punto estuvo el partido magenta de alcanzar un acuerdo, al estilo de Unidos Podemos.

Desde este panorama, en una entrevista que publica el periódico de Unidad Editorial, Savater repasa la actualidad política y ataca con contundencia a algunos de los rivales de su formación.

Sobre UPyD en su momento aseguró que había pasado de moda y ante la pregunta de por qué regresa entonces asegura que “hubo un momento en que Rosa Díez era la más celebrada (...) Pero llegó un momento en que la gente buscó más los ajusticiamientos que la Justicia propiamente dicha, que nosotros defendíamos”.

A la hora de buscar y encontrar culpables a la situación actual de su partido a punto de la desaparición, Savater no responsabiliza a Díez sino a los medios de comunicación de los que dice que “no nos daban cancha en la radio ni en la televisión, y en los periódicos sólo salíamos cuando alguien se caía por las escaleras…”.

Todos "un poco leninistas"

A su juicio esta efímera legislatura ha sido un fracaso y reconoce que no sabe qué es “la nueva política. Son los tópicos de la propaganda. Todos los partidos son un poco leninistas”.

A partir de aquí habla de Podemos acerca del que dice que su caso es “patológico y se llama populismo”. El sistema de Pablo Iglesias, según sus palabras, es muy simple porque “consiste en poner a una parte de la población en contra de la otra parte”.

Con respecto al cambio que ha experimentado el secretario general de los morados no lo pone en duda y para ello utiliza un ejemplo muy visual al decir que es “falso” que no se haya transformado, tanto como “lo de que yendo sin corbata al Parlamento uno se parece más a la gente. Las personas más modestas son las que más cuidan el vestir por respeto a los demás”.

La conclusión es evidente. Pablo Iglesias es “un señorito. No es un hijo de millonarios como Bescansa pero, desde luego, tiene esos gustos señoritiles. No es Cayo Lara, vamos”.