El déficit del Estado en términos de contabilidad nacional creció un 15,7 % hasta abril, hasta 13.981 millones de euros, equivalentes al 1,25 % del PIB, frente al 1,12 % del mismo periodo del año anterior, según los datos publicados hoy por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas. El déficit del Estado es consecuencia de una caída de los ingresos del 6,23 %, hasta 52.483 millones, debido al descenso del 54,5 % de los pagos a cuenta del impuesto sobre Sociedades por la incidencia de la reforma fiscal y porque han dejado de estar en vigor medidas transitorias de ejercicios anteriores por las cuales los pagos a cuenta eran mayores. Desde Hacienda lo han justificado alegando que se trata de un efecto ocasional, del que se ha advertido a Bruselas, y que no tendrá incidencia en la estimación de recaudación de Sociedades para el conjunto del año.

Caída de los ingresos fiscales
Los ingresos fiscales (impuestos y cotizaciones) han caído un 8,3 %, hasta 48.285 millones, descenso que se ha compensado en parte con un aumento del resto de ingresos del 27,4 %, entre otras razones, por el descenso del ajuste por recaudación incierta. Los gastos del Estado se situaron en 66.464 millones hasta abril, el 2,3 % menos, fundamentalmente por el descenso de las transferencias destinadas al Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), ya que los créditos habilitados para este fin en el presupuesto del Estado han descendido en torno al 61,2 %. Dentro del gasto, cabe señalar el descenso del 3,8 % de las transferencias corrientes a las administraciones públicas, hasta 37.907 millones, además de la caída del 2,2 % de la remuneración de asalariados, hasta 5.302 millones, y de la disminución del 5,2 % de los intereses de la deuda, hasta 9.348 millones.

A pesar del buen dato de las comunidades
El déficit primario del Estado, que excluye los intereses devengados del pago de la deuda, se situó en el 0,41 % del PIB, 0,20 puntos más que un año antes, debido a la peor evolución de las cuentas estatales, ya que los intereses se redujeron. Hacienda ha publicado el déficit de las comunidades autónomas hasta marzo, que se redujo un 24,7 %, hasta 1.486 millones de euros que equivalen al 0,13 % del PIB, por debajo del 0,18 % del año anterior. A falta de las corporaciones locales, el déficit conjunto de las administraciones públicas se situó al cierre del primer trimestre en 8.918 millones, que suponen el 0,80 % del PIB, 0,3 puntos menos que el año anterior. En el dato consolidado del primer trimestre se incluye el superávit de los fondos de la Seguridad Social de 1.813 millones, equivalentes al 0,16 % del PIB, nueve centésimas menos que un año antes.

Y el Gobierno prometiendo nuevas bajadas de impuestos...
Los técnicos del ministerio de Hacienda (Gestha) han cifrado el coste de la propuesta del PP de bajar el IRPF dos puntos entre 2.150 y 4.300 millones de euros, según se aplicara la rebaja por los diferentes gobiernos autonómicos, y consideran que "comprometería" el objetivo del déficit público. En un comunicado, la organización Gestha ha calificado hoy la medida de "electoralista e inoportuna" y recuerda que la reforma fiscal aprobada por el PP y que se aplicó en 2015 fue "la principal causante de la desviación del déficit público", ya que supuso -según sus cálculos- un coste para las arcas públicas de 9.000 millones de euros.

Geshta advierte del riesgo que podría tener una segunda bajada impositiva en un contexto en el que España podría afrontar una multa de la Comisión Europea por incumplimiento del objetivo de consolidación fiscal el año pasado. Aseguran que la propuesta popular "peca de optimista al confiar en que la mejora de la economía conllevará el aumento de los ingresos tributarios, aun bajando los impuestos, y será capaz de corregir el déficit por sí solo". Además, recalcan que la rebaja del IRPF provoca una pérdida de progresividad en este impuesto, "de forma que la rebaja es mayor cuanto mayor es el nivel de ingresos". Explican que se produce porque reduce todos los tramos en dos puntos y los ingresos acumulados más elevados van acumulando las rebajas de los tramos anteriores y porque disminuye el primer tramo que se aplica a la cuota correspondiente a los mínimos personales y familiares, con lo que aumenta la carga impositiva.