El Obispado de Lleida ha iniciado ya el proceso para que todos los profesionales o voluntarios que realizan tareas pastorales en contacto con niños o jóvenes obtengan el Certificado Negativo del Registro Central de Delincuentes Sexuales.

La diócesis da de plazo hasta septiembre a las parroquias, delegaciones y otros servicios pastorales para entregar la documentación de los solicitantes a la Secretaría General del Obispado de Lleida atendiendo así a Ley 26/2015 de modificación el sistema de protección a la infancia y la adolescencia. Un proceso que afectará a 80 sacerdotes de la diócesis y a otras 500 personas, incluido el prelado, según ha publicado este viernes el diario 'Segre'.

"Decreto que en todas las parroquias, comunidades y delegaciones, se obtenga un certificado negativo del Registro Central de Delincuentes Sexuales de todos los profesionales o voluntarios que realicen tareas pastorales en contacto con niños o jóvenes (presbíteros, religiosos y laicos)", señala el Obispo Salvador Giménez Valls.

Tal y como se recoge en la página web de Obispado la Ley 26/2015 de modificación el sistema de protección a la infancia y la adolescencia, que entró en vigor en agosto de 2015, crea la necesidad de acreditar que todas las personas en contacto habitual con menores no han sido condenadas por sentencia firme por algún delito de naturaleza sexual. Esta normativa es de aplicación a todas las actividades con menores de edad, adolescentes y jóvenes, entre los 0 y los 17 años. También, por tanto, a las actividades que se generan en las parroquias, comunidades y delegaciones diocesanas. Entre otros afecta a monitores de ocio, catequistas, voluntarios y profesionales de la Diócesis que tengan contacto habitual con menores.