La pasada semana el Comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, comunicaba que el ejecutivo comunitario posponía la decisión de multar a España por déficit excesivo (cuarto incumplimiento consecutivo a pesar de las prórrogas) hasta después de las elecciones. No obstante, Moscovici advirtió que sea cual sea el Gobierno que salga tras las elecciones del 26-J deberá ejecutar un recorte de 8.000 millones de euros entre 2016 y 2017. El argumento de Bruselas es que no querían ‘interferir' en la campaña electoral española, pero desde el palacio de La Moncloa se dijo que había sido gracias a las gestiones de Rajoy y De Guindos y a las "excelentes" relaciones del candidato del PP con Ángela Merkel. El todopoderoso ministro e Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, ha dejado en ridículo al gobierno en funciones.

Desmentido en toda regla
Puede que las relaciones entre Rajoy y Merkel sean excelentes, pero los alemanes de la CDU no entienden de afinidades ideológicas como excusas para incumplir el rigor presupuestario. Los números son los números y cuatro años de promesas incumplidas sobre el déficit cuando se bajan los impuestos en campaña electoral, no tienen excusa ni para Merkel ni para Schäuble.

Alemania no solo no ha hecho nada para que no se multe a España o se posponga la decisión para no perjudicar a Rajoy en la campaña electoral, sino que en declaraciones a periodistas europeos Schäuble, preguntado por el aplazamiento, respondió: "no estamos contentos con la decisión. La Comisión la tomó dentro de sus competencias, pero no nos parece afortunada". El ministro alemán no se prodiga con la prensa, pero ya antes había criticado a Bruselas por "dar la impresión" que toma decisiones en función de las campañas electorales, "eso no contribuye a fortalecer la confianza en las reglas europeas", dijo.

Y el presidente del Eurogrupo y el del Bundesbank.....

Jeroen Dijsselbloem, presidente del Eurogrupo y ministro holandés de finanzas, y Jens Weidmann, presidente del Bundesbank, también han mostrado malestar con la decisión del ejecutivo comunitario. Dijsselbloem habló de "algunas preocupaciones" por la pérdida de credibilidad de las reglas europeas, y Weidman directamente pide la creación de una agencia independiente que vigile y decida sobre los procedimientos de déficit excesivos para que no dependan de criterios políticos.

 Lo que está claro es que la decisión de Rajoy e bajar el IRPF a pocas semanas de las elecciones del 20 de diciembre y el anuncio en el Financial de que piensa volver a bajarlos cuando su gobierno nunca ha cumplido con el déficit, no ha sentado precisamente bien más allá de los Pirineos.

Cabreo en el Ecofin
Aunque Dijsselbloem se limitó a reconcoer ante la prensa "algunas preocupaciones" manifestadas en el Ecofin (reunión de minsitros de economía y finanzas de la eurozona) porque se ha retrasado la decisión sobre España y Portugal, países que además han pedido un año más de prórroga, lo cierto es que que los socios 'prestadores' están tan enfadados que el Ecofín ha decidido pedir un informe jurídico para saber si dicha prórroga sería legal o no.