Ni soy el CIS, ni tengo una agencia de escucha social, ni nada: igual es pura corazonada mi idea de que mucha gente progresista y sensata va a votar al PSOE.

Fijaros lo que quiero mezclar en un momento difícil para muchas gentes: quiero mezclar el ser progresista con el ser sensato.

Lo que pasa, en lo que insisto una y otra vez, es que, ante un problema, lo que me apasiona no es la protesta, es la solución.

¿Quién me dice cómo dejan de sufrir tantos compatriotas? Por favor, que nadie me vuelva a contar los sufrimientos, que nadie deje de manifestarse en las calles cuando quiera: lo que es urgente es oír a unos y a otros cómo se soluciona el dolor.

Vamos a ordenar los problemas. Los fundamentales (para mí, tú dirás los tuyos) son los que tienen que ver con la salud. Se impone volver a garantizar una sociedad con cobertura sanitaria. ¿Estamos de acuerdo?

Después de la sanidad, se puede abrir otro gran debate: con recursos escasos, ¿qué prefieres? ¿Que se atiendan las pensiones primero o que se atienda la educación? Atento que no es una alternativa imprescindible: también podemos fijar las pensiones en todo caso y hablar luego de la educación.

Y no te olvides de las obras públicas: ¿cuántos kilómetros de AVE quieres que se construyan?

Es muy curioso lo infantiles políticamente que todavía somos los españoles: lo que tendríamos que escuchar a cada partido sería qué quiere hacer y con qué dinero lo quiere hacer. Pero los debates partidistas siguen siendo la enumeración de problemas a resolver y su descarnado dolor.

Viendo el panorama preelectoral, cada día me parece que, si queremos una España razonable, una España que proteja a sus ciudadanos más débiles, una España que sepa combinar recursos escasos con prioridades sociales, no tenemos más remedio que votar al PSOE.

Si votas otros partidos, seguro que vas a tensionar uno de nuestros problemas: o tensionas los servicios sociales o tensionas las cuentas del Estado o tensionas el orden público.

Sabéis todos mis amigos que no soy neutral, pero esta vez (y sin que sirva de precedente) me atrevo a pediros que votéis PSOE.

(¿He dicho Sánchez, he dicho Díaz, he dicho otro nombre? No: he dicho PSOE).