El presidente en funciones, Mariano Rajoy, ha tenido que escuchar cómo el arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, apelaba a combatir “por la pobreza cero” y pedía a los políticos, incluido el presidente del PP presente en la procesión del Corpus toledano, el compromiso “para que todos los hombres y mujeres tengan lo más mínimo para vivir”. O lo que es lo mismo, el prelado le ha recordado al que se ha autoproclamado como “católico” y “amante de viejas tradiciones”,  que “la Iglesia no es una ONG y no debe combatir contra la pobreza” pero sí "dar la batalla contra la miseria material espiritual”. Rajoy ha presenciado el desfile procesional desde el balcón de la Delegación del Gobierno, junto al ministro de Justicia en funciones y cunero conservador por Cuenca, Rafael Catalá, además del director general de la Policía, Ignacio Cosidó.

¿Podía Cospedal estar en el balcón?

Los tres han acompañado, un año más (tres en el caso de Rajoy), a la secretaria general el PP, María Dolores Cospedal, que sin ostentar este año ningún cargo institucional ha ocupado el principal balcón de la Delegación, espacios reservados para embajadores, alcaldes y miembros del Gobierno, pero teniendo en cuenta que el delegado, José Julián Gregorio, es un hombre de su máxima confianza y que la propia Cospedal lo “colocó” en el puesto, la secretaria general del PP ha tenido vía libre para “apoderarse” de las instalaciones gubernamentales, asegura a EL PLURAL.COM un alcalde presente en el lugar. Sin embargo, Cospedal es miembro de la Diputación Permanente del Congreso y, por lo tanto, mantiene su condición de diputada y aforamiento hasta que se constituya el nuevo parlamento, el próximo mes de julio.

Copedal cuelga la peineta y la mantilla

Lo que sí ha dejado claro Cospedal es que su relación con la procesión del Corpus, donde llegó a desfilar con peineta y mantilla, desfile que tuvo que abandonar durante su etapa como presidenta del Gobierno de Castilla La Mancha al ser constatemente pitada y abucheda, ha terminado y será difícil verla participar en el cortejo procesional que rinde culto a la Custodia de Arfe. En este sentido, un compañero de la secretaria general del PP ironizaba en declaraciones a este periódico al asegurar que: “Por qué creéis que Dolores se ha cortado el pelo; fácil, para tener una disculpar y no ponerse la peineta y refugiarse en la comodidad del balcón de la Delegación del Gobierno”.

¿Ha vetado Rajoy a Tizón?

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Fotografía del balcón que ha llamado la atención en el PP local, ya que en la instantánea se apreciaban Rajoy, Catalá, Cosidó y Cospedal, además de una de las jóvenes promesas de los “populares” toledanos, como es el caso de la concejala y diputada regional, Claudia Alonso, que contra todo pronóstico ha estado a la derecha de Mariano Rajoy, que ha preferido la compañía de esta mujer y de las formas distintas de hacer política, antes que de la vieja guardia, cuestionada por el electorado y rechazada por la mayoría de los ciudadanos, incluidos sus votantes, como es el caso del presidente del partido en Toledo, Arturo García-Tizón, a quien el presidente en funciones parece haber vetado. Tal vez porque en círculos eclesiásticos tampoco es bien visto, sobre todo después de su cantada con los niños con cáncer, de quines dijo “no interesarle e importarle”. De ahí que monseñor Rodríguez recordara a todos que la Ilgesia tiene que “ver con la acción en orden dirigida a placar el sufrimiento de los hombres, trabajar con profundo respeto por los pobres como nos enseñó Cristo”. Discurso en el que el compartamiento de García-Tizón no cabe.

¿Qué nuevo escándalo saltará?

Pero en el PP hay otras preocupaciones. Por ejemplo, las consecuencias que tendrá este viernes, o el fin de semana, la visita de Rajoy a Toledo. “Cuando el presidente nos visita, ¡zas!, al día siguiente pasa algo en el partido; salta un nuevo escándalo, meten a alguién de los nuestros en la cárcel o se destapa otra corruptela”, añaden irónicamente nuestras fuentes, “estamos acongojados, y no es broma, pero seguro que dentro de unas horas pasará algo”. No es de extrñar la preocupación de los dirigentes del PP, que en la noche del miércoles respiraban todos tranquilos al enterarse de que Rajoy no venía finalmente al Corpus. Sin embargo, cuando a primeras hora de la mañana se confirmaba la prsencia de “El gafe de La Mancha”, como es conocido en círculos políticos toledanos el presidente en funciones, todos se han echado a temblar. ¿Superstición o hecho incontestable? La respuesta, el fin de semana.