Se habla mucho de los alimentos deteriorados y la comida que se tira a la basura. Aquí hemos dado cifras que asustan, sobre todo, porque con esos alimentos desperdiciados se podría dar de comer a muchas personas que tienen  hambre.

Los hogares españoles tiran a la basura anualmente 1.325,9 millones de kilos de alimentos

El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha presentado en la reunión de la VII Comisión de Seguimiento de la Estrategia “Más alimento, menos desperdicio”, celebrada en el marco de Madrid Fusión 2016, el primer Panel de cuantificación del desperdicio alimentario, del que se desprende que en los hogares españoles se tiran a la basura cada año 1.325,9 millones de kilos de alimentos.

Este Panel permite cuantificar los alimentos sin procesar que se desechan por deterioro o caducidad y los alimentos cocinados o en recetas que se eliminan por sobrar o por deterioro. A partir de este momento se actualizarán semestralmente los datos, lo que permitirá conocer cómo evoluciona el desperdicio en los hogares.

Otra cifra espeluznante: Los hogares españoles desechan semanalmente 25,5 millones de kilos de alimentos.

¿Qué hacer para evitar tanto desperdicio? Si se trata de alimentos deteriorados antes de cocinarlos, fijarse siempre en las fechas de caducidad y llevar cuenta de los alimentos que hay en casa para no comprar de más.

Si se trata de alimentos ya cocinados, vamos a dar algunas ideas para aprovecharlos con imaginación y que tengan sabor diferente al primero. Hay que guardar la comida que sobre bien empaquetada por separado en diferentes tapers, papel de aluminio o plástico trasparente. Esos alimentos ya cocinados si no van a usarse a lo largo de una semana se pueden congelar hasta un mes si el congelador reúne las condiciones, cada fabricante suele dar las características e instrucciones oportunas.

Nos ha sobrado cocido:

Separamos los diferentes elementos: patatas y repollo puede ser el primer plato de otro día, rehogado en la sartén al ajillo o con una salsa de pimentón –calentamos aceite y fileteamos un diente de ajo, al dorarse apartamos del fuego, espolvoreamos una cucharada de pimentón y rociamos el repollo con las patatas-.

El caldo nos sirve para hacer una sopa, si con el cocido la hemos servido de fideos, otro día la podemos hacer de arroz o de verduras.

El morcillo, lo cortamos y separamos las hebras de la carne y la pasamos por la sartén con unas gotas de aceite a fuego lento y una copa de vino fino, cuando se haya evaporado el alcohol estrellamos algunos huevos, según la cantidad de carne y revolvemos. Tenemos algo parecido a la Machaca, carne en hebras que se hace en Monterrey, México.

Los garbanzos, los pasamos por la trituradora con un poco de caldo, unas gotas de aceite de oliva, unos gramos de comino y una pizca de pimentón y el resultado es un sabroso humus, plato árabe que sirve de acompañamiento a muchos alimentos.

El resto de la carne del cocido, tocino, pollo, chorizo, morcilla y jamón, nos sirve para hacer una ropa vieja, picándola toda muy pequeña, mezclando y rehogando con unas gotas de aceite y algunas especias, al gusto.

De un plato muy español, con diferentes elementos según la parte de España donde se cocine, nos han salido cinco recetas diferentes que nos arreglan la comida de varios días y nada se desperdicia.