No es la primera vez que esta revista publica una portada polémica, tampoco la primera que recibe críticas y se enfrenta a sectores enteros por sus palabras e imágenes, pero es que, si no fuera así, no sería El Jueves. La diferencia, es que en esta ocasión alguien, un encapuchado, ha decidido pasar la frontera de las críticas para agredir a la directora de la publicación.

La razón, si es que se le puede encontrar alguna, ha sido la última portada publicada por el medio en la que alertan del auge de la ultraderecha y el nazismo en toda Europa. En ella, se muestra a una madre con su hijo mirando atónitos y con terror en los ojos una manifestación de nazis bajo el letreo “Plaga de nazis”. En los bocadillos de la viñeta se puede leer:

- ¿Por qué son calvos todos esos señores? ¿Tienen cáncer? (pregunta el niño)

- Ojala (responde la madre)

Por estas palabras y por representar a los ultraderechistas como una banda de zombis, con los ojos en blanco, sin mente ni moral, por hablar de una realidad que está ocurriendo en nuestro continente; un encapuchado se ha acercado hasta Mayte Quílez y le ha propinado un puñetazo en la cara. En la puerta de su casa. Sin mediar palabra y sin atreverse a ensañar su rostro. De la misma forma, rápido y sin valentía, el agresor ha huido.

¿Coincidencia? Seguro que no, pues la agresión se ha producido sólo 24 horas después de que esta portada llegase a los quioscos y crease numerosos comentarios en las redes sociales. Han sido muchos los simpatizantes de esta corriente ideológica los que han mostrado, de forma verbal, su malestar por lo publicado. Este puñetazo ha sido algo más que una agresión, se podría definir como un golpe más a la libertad de expresión. 

La publicación también ha sido fuertemente criticada por, según denuncian algunos usuarios de las redes, usar una enfermedad como el cáncer para hacer chistes.

Pero también muchos apoyos de aquellos que creen en la libertad de expresión.