Un nuevo caso de hofobia, esta vez en Córdoba. El Observatorio Español contra la LGBTfobia (STOPLGBTFOBIA) ha considera éticamente reprobable que el Obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, y el párroco de Posadas, Juan José Romero, no permitan ejercer hacer la confirmación a José Belloso, un joven transexual de 28 años que pretendía ejercer como padrino de su sobrina.

Ilusión por ser padrino
José Belloso, de 28 años, que trabaja de peón agrícola en la localidad cordobesa de Posadas, una pequeña población agrícola de Valle Medio del Guadalquivir de unos 7.500 habitantes, tenía la ilusión de ser el padrino durante el bautizo de su sobrina, para lo que era necesario que hiciese el sacramento de la confirmación aunque el párroco debía consultar al vicario y al obispo. Pero pocos días antes de terminar su catequesis para la confirmación que iba a ser el próximo 27 de Mayo, le ha informado el párroco de la Iglesia de Santa María de las Flores, Juan José Romero, que no pueden darle el sacramento "por ser transexual". Según palabras del obispo "no admiten a personas transexuales y que tenía que haber aguantado el castigo que le Dios le dio y la cruz que el Señor le mandó sin ofender a la naturaleza".

Desde el Obispado de Córdoba afirman que no se trata de una discriminación sino que acogiéndose al Código de Derecho Canónico (Ley que regula la legislación dentro de la Iglesia Católica) considera "no idóneo" "su estilo de vida", que es incongruente con la vida cristiana. No nos sorprende la actitud del obispo de Córdoba, que en 2011 escandalizó a toda España afirmando que "la UNESCO tiene programado hacer homosexual a media población".

El Observatorio Español contra la LGBTfobia considera éticamente reprobable desde todo punto de vista y una degradante y humillante discriminación por el único motivo de la identidad sexual", ha declarado Paco Ramírez, director del Observatorio.

Gran decepción del Observatorio
Ya el Observatorio "vio con gran decepción el contenido final de la Exhortación Apostólica del Papa Francisco sobre la Familia denominada "La Alegría del Amor", donde a pesar de hablar de acogimiento de las personas homosexuales y de condenar su discriminación y violencia, denosta y humilla en gran medida a las personas LGBT, sus uniones y sus familias, considerando únicamente familia como un hombre y una mujer con el único objetivo de la procreación. Sin embargo si entrevimos ciertas rendijas en las que los obispos podrían impulsar alguna interpretación más abierta y flexible", reflexiona Paco Ramírez.

"No obstante vemos una y otra vez que la Jerarquía Católica en España, a excepción de determinados obispos concretos está completamente cerrada a un acercamiento a la sociedad y a la flexibilidad de sus dogmas ancestrales, por lo que esa Iglesia más inclusiva y caritativa que muchos feligreses esperaban va a tardar mucho en aparecer en España. La ortodoxia en la moral tradicional, acerca la Iglesia Católica en España más a las interpretaciones caducas y fundamentalistas de las jerarquías de las Iglesias de África y América Latina, que a los posicionamientos de las Iglesias del centro y norte de Europa. Esto sin duda es un hecho lamentable que ofrece una visión de una Iglesia que camina por un recorrido diferente de la sociedad española cuando ahora se cumplen 30 años del ingreso de España en la Unión Europea. Los españoles ya nos hemos concienciado de que somos europeos, pero la Iglesia parece querer permanecer en la autarquía y seguir creyendo que Europa sólo empieza más allá de los Pirineos", afirma el director del Observatorio.

Voces de apertura en otros países
"Estas reiteradas actitudes de la Iglesia Española contrastan con algunos obispos del centro y norte de Europa que hacen llamamiento a un acercamiento más real, algunos incluso como el obispo de Osnabrück dispuestos a celebrar ceremonias de uniones homosexuales. Recientemente el Sínodo Católico  de Tréveris (Alemania) ha pedido una pastoral y una 'oferta litúrgica' destinada a las personas LGBT y sus familias", reflexiona Ramírez.

"Dentro de la Conferencia Episcopal Española hay voces que llaman una apertura y un acercamiento a la sociedad, pero no terminan de controlar a la vieja guardia que continúa con su mantra de una interpretación del Evangelio sesgada, anticuada, simplista y discriminatoria con la sexualidad humana. Ambos discursos no pueden ser defendidos por la Conferencia Episcopal, y van a tener que dar un paso adelante para introducirse en las rendijas que nos acerque más a Europa, y tienen que empezar a condenar las voces caducas y discrepantes", finaliza Ramírez.