Demostrado. Imanol Arias es muy buen actor. Hace sólo un par de años fue la imagen de una campaña de la declaración de la renta en la que se declaraba solidario y pedía al resto de españoles que marcaran la casilla solidaria de la declaración de la renta. Porque declarando su dinero y poniendo esa ‘X’, decía Imanol, se podía ayudar a aquellos que están en riesgo de exclusión social.

Este viernes hemos sabido que, supuestamente, ha defraudado más de dos millones de euros a Hacienda usando un entramado societario para ocultar sus ingresos y, por ello, está siendo investigado por la Audiencia Nacional. Él y su compañera en la ficción, Ana Duato, se han despertado con las cuentas bloqueadas por orden de la Fiscalía y así seguirán hasta que se les llame para declarar.

Pero este caso, conocido como la operación Cityno es la única sombra que revolotea sobre el nombre y la reputación del actor. Hay que recordar que su firma estaba en los ya famosos papales de Panamá.

“Me declaro solidario” de cara al público

“No puedo dejar de pensar en ti, ni en todo lo que te ha tocado vivir”. “Sé que tu situación es muy complicada y que no debe ser fácil vivir con la única aspiración de tener una vida normal y digna”. Con estas emotivas palabras, el actor de dirigía a esas personas necesitadas a los que hay que ayudar con nuestra declaración de la renta.

“No es cuestión de derechos”, decía, “se trata de algo más básico, se trata de una cuestión de respeto”, un valor que el actor exigía al resto de la sociedad en esta campaña y que, si se demuestran las acusaciones que ahora recaen sobre él, habría olvidado o ignorado.

Marca la ‘X’ solidaria y convierte tu declaración de la renta en una declaración de amor para millones de personas en riesgo de exclusión social. Es sencillo. Es gratuito. Es importante.

Nombrando a su hermana como administradora única de la sociedad que utiliza presuntamente para defraudar y desviando su sueldo por la productora de la serie Cuéntame, hacia una Agrupación Europea de Interés Económico (AEIE). Así habría dejado de ser solidario. Y para hacerlo, habría echado mano del mismo testaferro que usaron Francisco Granados y el constructor David Marjaliza en la Comunidad de Madrid para blanquear el dinero que llegaba algo más que sucio desde la trama Púnica.