Todos somos iguales ante la Ley, en teoría. Pero no todos somos iguales a la hora de pagar el impuesto de circulación, el conocido popularmente como ‘numerito’. Las diferencias entre las distintas provincias son más que notables.

El importe que pagamos por el Impuesto Municipal de Vehículos de Tracción Mecánica varía dependiendo de dónde vivamos. Este gravamen, que depende de los ayuntamientos, muestra que las diferencias de precio entre unas provincias y otras sean grandes, pues cada consistorio, siempre dentro de unos límites, puede establecer el importe que le parezca.

Esto provoca que la picaresca aflore, existiendo el caso de algunas poblaciones en las que hay ´empadronados´ más coches que habitantes -en algunos pueblos la relación incluso llega a los 20 coches registrados por cada persona-, ya que se trata de una operación relativamente fácil y muy rentable, especialmente para grandes empresas o compañías de Rent-A-Car. Además, dependiendo de la potencia fiscal -CVF-, un vehículo paga más o menos, estando dividido el importe en cinco tramos: menos de 8 CVF (caballos fiscales), entre 8 y 12 CVF, entre 12 y 16 CVF, entre 16 y 20 CVF y más de 20 CVF.