A lo largo de la carrera del periodista Miguel Ángel Aguilar, son muchas las veces que se ha reconocido su trabajo, pero también las que ha tenido que luchar para poder informar según sus criterios y haciendo uso de la libertad de expresión. Sin ir más lejos, de sobra es conocido su despido de El País. Después de 35 años, el diario decidió prescindir de sus servicios porque Aguilar se atrevió a criticar o dar su opinión en un reportaje en el The New York Times. Simplemente.

Este martes, ha sido uno de esos días en los que el periodismo y este periodista han sido reconocidos. Aguilar ha obtenido el Premio José Couso de Libertad de Prensa por lanzarse a crear nuevos proyectos y medios tras casi una vida en un diario tradicional. Desde 2015 es presidente editor del semanario Ahora

Según ha explicado el Colexio Profesional de Xornalistas de Galicia (CPXG), el Club de Prensa de Ferrol y la Obra Social ‘la Caixa’, organizadores y responsables del premio, “este año la elección del ganador es una forma de premiar otra manera de hacer periodismo, a través de la creación de nuevos medios”. En esta línea el decano del CPXG, Xosé Manuel Pereiro, ha recordado que vivimos “en una época en la que hay que reinventar la forma de hacer periodismo” y por eso le gusta creer que “es un galardón para los que se lanzan a hacer nuevos proyectos”.

“No hay libertad no hay información, hay propaganda”

Aguilar ha dicho que ser merecedor de este premio, sin haberse presentado, le hace “mucha ilusión”, sobre todo porque el jurado está formado por periodistas “y no por ingenieros de montes, por ejemplo”.

Además, ha querido destacar que “este premio simboliza la libertad de prensa y esta tiene que ser un compromiso de los periodistas, porque cuando no hay libertad no hay información, hay propaganda”. Porque "la información es como las inundaciones: hay agua por todas partes, pero falta agua potable".

“Un premio a la terquedad”

“Más que un premio a la innovación es un premio a la terquedad de continuar trabajando, teniendo en cuenta también que el periodismo se va alterando a lo largo del tiempo”. Este ha sido precisamente el espíritu que le ha llevado a ganar el premio. La necesidad de encontrar siempre un nuevo proyecto para que el periodismo siga vivo pase lo que pase, pese a quién le pese.

Y es que su despido de El País no ha sido la única traba que se ha encontrado. "Los periódicos están en manos de los acreedores y también en las de un Gobierno que los ayuda a convencerlos de que los periódicos deberían seguir vivos incluso cuando están asfixiados por las deudas" afirmó Aguilar al diario estadounidense para añadir que "trabajar en El País era el sueño de cualquier periodista español, pero ahora hay gente tan desesperada que se está marchando, a veces incluso con la sensación de que la situación ha alcanzado niveles de censura". “Quizás en el peor momento para la libertad de expresión en España desde la muerte de Franco”. Estas palabras se convirtieron en un despido fulminante.

48 años antes, en 1967 cuando trabajaba en el Madrid, fue procesado por el Tribunal de Orden Público como autor de un editorial sobre los disturbios universitarios, causa de la que salió absuelto.