Con motivo del Día de Sant Jordi, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha hecho un llamamiento a los catalanes para que se hagan "oír y respetar frente a los dragones feroces, que los hay, y muchos, que nos quieren atenazar".
 
En su debut de esta jornada en Cataluña y tras la reunión mantenida con el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, Puigdemont ha vuelto al lenguaje apocalíptico con alusiones literarias a los mitológicos personajes que echan fuego por la boca, y ha subrayado que una fiesta como esta sirve, entre otras cosas, para "reivindicar la lengua y la cultura catalanas".
 
En este sentido, y en un tono más pausado, ha indicado que "nuestra lengua necesita aún una clara defensa, pero esta defensa debe hacerse con argumentos, propuestas, diálogo, comprensión y, sobre todo, estima hacia todo el mundo". Cabe recordar que este 2016 se conmemora el Año Llull en honor, según ha dicho Carles Puigdemont, a "uno de los máximos exponentes de la cultura y el pensamiento en Europa".
 
En su breve mensaje institucional con motivo del día de Sant Jordi, el presidente ha tenido unas palabras de solidaridad hacia los refugiados que llaman a las puertas de Europa. "Hemos de tener muy presentes a todos los que lo están pasando mal, tanto a los que tenemos cerca como a los que llegan aquí huyendo de guerras o situaciones de injusticia", ha afirmado destacando además que en esta Diada "todo el mundo es bienvenido y bien recibido".
 
Según sus palabras, "la solidaridad es un valor que hemos de ejercer hoy más que nunca con aquellos que llaman a las puertas de Europa buscando una vida mejor y más digna", por lo que "sería bueno que todos juntos, en la medida de nuestras oportunidades, hiciésemos nuestra aportación".