Rita Barberá sigue con su estrategia de hacerse la loca ante las muchas señalas que la apuntan como responsable o participantes en distintas tramas de corrupción durante su etapa como alcaldesa de Valencia.

En unas breves palabras dedicadas este viernes al diario La Razón, Barberá defiende que no ve “motivo alguno” para plantearse la dimisión de su escaño como senadora o, al menos, renunciar a su aforamiento que la blinda ante la justicia incluso si se disuelven las Cortes, ya que el Partido Popular la colocó en la Comisión Permanente de la Cámara Baja.

Ve normal que se le investigue

La senadora del PP afirma que el magistrado del juzgado de instrucción número 18 de Valencia, Víctor Gómez, “ni pide su imputación, ni siquiera la petición del suplicatorio” al Tribula Supremo. Además, considera que es razonable y previsible que se la investigue, como se ha hecho con otras 49 personas, entre ellas todos sus concejales del Ayuntamiento de Madrid.

En su exposición razonada ante el Tribunal Supremo, el juez Gómez que instruye el caso Taula explica que existen indicios de donaciones irregulares al Partido Popular de valencia en los años 2015, 2011 y 2003, todos ellos años electorales.

Por otro lado, desde el juzgado de instrucción número 16 también se ha elevado exposición al Supremo al considerar que Barberá pudo cometer “supuestos delitos de desobediencia y denegación de auxilio” por “negarse a retirar de las calles de la ciudad escudos, insignias y placas” franquistas, pese a la vigencia de la Ley de Memoria Histórica.

Estos dos juzgados ven indicios para investigar a Rita Barberá, pero ahora la pelota está en el tejado del Tribunal Supremo que tiene que asumir la tésis de los jueces valencianos, en cuyo caso, es cuando se pediría el suplicatorio al Senado para investigar a la exalcaldesa valenciana.