No son goles, se trata de refugiados. Así como lo oyen. El Papa en una visita a Lesbos ha conseguido pactar con la burocracia europea el poder acoger en el Vaticano a 22 personas.

Por el contrario, el Gobierno español sólo ha dado asilo a 18 ya que está absolutamente paralizado con éste y con muchos otros temas.  No han movido un dedo ya que la ayuda a los que huyen de la guerra no les interesa lo más mínimo.

Algo comprensible si analizamos su postura con su forma de actuar con aquellos españoles que fueron asesinados en la guerra civil y están enterrados en las cunetas. No han querido facilitar el empeño moral y legal de las familias de enterrar dignamente a sus muertos.

Ese tipo de cuestiones les resbala. Cosa distinta es  si de lo que se trata es de vender armas a países que no respetan ni por asomo los derechos humanos. Entonces sí que sale la vena negociadora del ministro de Defensa, Pedro Morenés, y rápidamente consigue un suculento pedido.

Esta es la manera de entender la vida de la derecha española. Se desviven por rescatar bancos, por dejar que cundan todo tipo de negocios, tienen Ministros, ex vicepresidentes del gobierno, diputados, concejales y demás amiguetes defraudando a hacienda pero son incapaces de tener la más mínima sensibilidad del dolor ajeno.

Claro que después van a misa, se dan golpes en el pecho, conceden medallas a las vírgenes y salen a las calles con curas, monjas y estudiantes de colegios del Opus Dei a defender el derecho a la vida. Aunque, pensándolo bien, no sabemos muy bien qué entienden por derecho a la vida…

¿Pensarán en la vida de los hombres, mujeres y niños que llevan años caminando por Turquía, cruzando el mar Egeo en barcazas de juguete después de que los mafiosos los hayan esquilmado económicamente para acabar en un barrizal de Idomeni en donde las enfermedades campan a sus anchas?

Esas vidas no las defienden, les da igual. Ven los informativos, dicen “pobre gente” y a continuación piensan y dicen con cara de pena “pero aquí no cabemos todos”.

Estos son los que se denominan conservadores, amantes del orden, del derecho a la vida y gente de bien. Claro que son también los que van diciendo que el gesto del Papa de llevarse a 22 refugiados al Vaticano es postureo.

Postureo es lo que algunos de ellos hacen cuando salen en TV y hablan del derecho de asilo. Otros como Rajoy no disimulan y dicen que él cumple los tratados internacionales.

Pues no Sr. Rajoy. Cuando devuelve en caliente a los africanos que se cuelan por Ceuta o Melilla no está respetando ninguna ley, se la está saltando a la torera.