María del Prado Torrecilla, la juez que este lunes concedió el tercer grado penitenciario a Carlos Fabra, el expresidente de la Diputación de Castellón, tiene una fea historia tras ella. Y curiosamente, también por favorecer a otro preso famoso: Mario Conde.

Buscó que le dieran a Conde el tercer grado

Según recuerda Europa Press, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) suspendió a la juez Torrecilla por haber presionado a una de sus compañeras, Reyes Jimeno en 2003 para que le diera un trato de favor. En concreto, le concediera el tercer grado, justo lo que ella ha hecho ahora causando escándalo, con Carlos Fabra.

Las presiones que ejerció fueron suficientes como para que el CGPJ condenara a esta juez a 7 meses de suspensión de funciones, lo que de hecho significó, al ser un castigo superior a los 6 meses, la pérdida de su destino, que entonces era de destino como juez de vigilancia en Madrid. Cargo que recuperaría más tarde, sin embargo, al volver a concursar por él.

Quiso hacerse con el control de la cárcel de Alcalá Meco

Y aún quedó bien parada, porque el bloque de miembros progresistas que entonces había en el CGPJ habían pedido que esa condena fuera de dos años, conforme a lo que proponía el instructor del expediente, ya que se recogía en él que también había intentado que se le diera trato de favor a Mario Conde en la cárcel de Alcalá-Meco, donde estaba internado. Para ello, según el magistrado que instruyó el expediente, la jueza Torrecilla había intentado modificar la distribución de centros entre los jueces para que Alcalá Meco hubiera quedado bajo su jurisdicción.