En diciembre de 2014 Carlos Fabra, el que fuera presidente de la Diputación de Castellón y uno de los hombres fuertes del PP en Valencia, daba con sus huesos en la cárcel condenado por tres delitos fiscales.

En un principio, según se dictaminó en la sentencia, Fabra debía pasar los siguientes tres años en la prisión de Aranjuez, Madrid, por haber defraudado 700.000 euros a Hacienda en los ejercicios fiscales de 1999 a 2003. Este lunes la juez de vigilancia penitenciaria del Juzgado número 3 de Madrid ha considerado que se merece disfrutar del tercer grado.

¿La razón? Según se explica en el auto, la magistrada está convencida de que la posibilidad de que Fabra reincida es “medio-baja” y que realmente, según explica, fue condenado por delitos que no son graves. Además, suma otros factores como que el popular tiene 70 años y ha pagado la mayor parte de la multa que se le impuso en concepto de responsabilidad civil, 729.672,70 euros (693.074,30 del importe íntegro principal y el resto como intereses).

Esta decisión se ha convertido en un hecho muy controvertido, no sólo porque Fabra no ha llegado a cumplir ni un año y medio de su condena; sino porque tanto la Fiscalía como la Junta de Tratamiento de la prisión de Aranjuez y la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias se oponen a que se le conceda el tercer grado.

Opiniones contrarias

Mientras que para la juez el riesgo de que Fabra vuelva a defraudar o delinquir es “medio-bajo” y los delitos cometidos no tienen gravedad, el fiscal sostiene una posición completamente contraria. Eleva las posibilidades de reincidencia al nivel “medio-alto” y califica los delitos por los que fue condenado como graves.

Por ello, la juez María del Prado Torrecilla, ha querido responder al fiscal. Para argumentar su decisión ha recordado que hay que tener en cuenta, o al menos ella lo ha tenido, que el último hecho delictivo que se le conoce a Fabra data del 2003. Parece ser que para la juez habla bien de Fabra el hecho de que no haya vuelto a comerte ningún delito desde ese año, ni si quiera cuando ha estado en libertad provisional, apunta. Por ello, entiende que ya no volverá a reincidir.

Además, responde al fiscal remarcando que los delitos por los que fue condenado "no son graves", dado que están penados con menos de cinco años, y agrega que la condena que asume es corta: tres años.

Aunque todavía queda la vía del recurso, eso no implica que Fabra pueda empezar a disfrutar del tercer grado. De hecho, la decisión de la juez debe aplicarse de forma inmediata.