Nuevos y reveladores datos de cómo toda la administración de la Comunidad Valenciana gobernada por el PP estaba a las órdenes de la trama Gürtel y hacía lo que fuese para que recibiese los contratos de los principales eventos organizados en la región.

Esta vez se ha conocido cómo se falsificó la firma de un empresario para vestir de legalidad la adjudicación fraudulenta a la trama por la cobertura audiovisual de la visita del papa Benedicto XVI en julio de 2006 varias dediciones de la Fórmula 1 en Valencia.

Según recoge el diario Levante, un informe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) revela que dentro de la licitación de este contrato de 7,49 millones de euros se falsificó la firma del empresario José Manuel Sansalvador Victor, de la firma Avega, para que apareciese como uno de los aspirantes a aquel concurso público. El empresario, en su declaración ante el juez, ratificó que, si bien se había interesado por el proceso, nunca concretó una oferta y que era falsa la que llevaba su firma y que fue de 2.440.100 euros.

Procedimiento dudoso

En su testimonio, Sansalvador relató que no llegó a concretar la oferta porque le advirtieron de que el contrato estaba ya adjudicado de antemano, algo que sospechaba por las diversas anomalías que observó en el proceso y que han llevado a la UDEF a confirmar que hubo falsificaciones para “orquestar una adjudicación concreta”.

En concreto, el empresario advirtió que el formato de la oferta no era el habitual que utilizaba RTVV, la empresa que lo licitaba, así como el número del presupuesto en la propuesta de Avega y que ésta no contase con un proyecto técnico o económico por lo que sólo tenía un par de folios, cuando normalmente llegan al centenar. Todos estos detalles han sido claves para descubrir el fraude.

Sospechas de la policía

Por su parte, la UDEF también ha señalado que la convocatoria del concurso se “retrasó deliberadamente” para impedir la libre concurrencia ya que este tipo de contratos requieren de la adjudicación con un año de antelación ya que incluyen recursos técnicos que son difíciles de conseguir. El proceso que al final fue adjudicado a una de las empresas de la trama Gürtel sólo contó con cinco meses de antelación, claro indicio del conocimiento de la decisión final.

Cambia de versión

José Manuel Sansalvador Victor no tuvo claro desde el primer momento que su firma había sido falsificada. En una declaración judicial anterior, el empresario dijo que era verdadera y justificó posteriormente su cambio de versión achacándolo a que, en su primer testimonio, se encontraba pasando por graves problemas personales que le pudieron inducirle a confusión.