Duras reacciones tras las protestas ocurridas este lunes cuando un grupo de agricultores franceses destruyó hasta 30.000 litros de vino procedente de España en un paso fronterizo cerca de La Junquera.

El Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación ha llamado al embajador francés en España para trasladarle el malestar del Gobierno, así como para pedirle a las autoridades francesas que garanticen la libre circulación de personas y mercancías por su territorio.

Por su parte, la organización agraria COAG ha exigido a la Unión Europea "sanciones ejemplares" al Gobierno francés y "a los protagonistas de los actos de violencia" ante "la reiteración de los ataques contra producciones agrarias de origen español en su territorio".

Respuesta de París

El Gobierno francés ha respondido que "condena" las agresiones contra camiones españoles en su territorio y asegura estar investigando los incidentes de lunes, así como subrayando que existen continuos contactos entre las Administraciones vecinas para “prevenir” este tipo de situaciones.

Pasividad de los agentes

Pero lo cierto es que, en las protestas del pasado lunes, se encontraban presentes los agentes de la gendarmería francesa que vigilaban la frontera y que no hicieron nada para pararlas. Así lo ha denunciado el presidente de la Asociación Jóvenes Agricultores (Asaja), Pedro Barato, quien ha expresado su "más profundo y enérgico rechazo a estas acciones deplorables". "Qué casualidad que las cámaras de televisión estuvieran presentes" este lunes cuando los agricultores galos actuaban contra los camiones cargados con vino desde nuestro país, ha añadido.

Según los viticultores franceses, el producto español arruina sus precios, pero para el director de Asaja el problema es la falta de competitividad de los productos galos en el mercado.